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ECONOMISTA – Retrasar el regreso a clases dejaría pérdidas laborales superiores a 3.8 billones de pesos

Retrasar el regreso a clases dejaría pérdidas
laborales superiores a 3.8 billones de pesos

  • Un reporte de la entidad financiera advierte que las ganancias laborales de la generación pandemia podrían disminuir en 11% debido al rezago educativo generado por la covid-19; el impacto para el PIB sería de hasta 25 por ciento.

    Si no hay un retorno a la educación presencial en el corto plazo, la generación actual de niños, niñas y adolescentes en México tendrá pérdidas salariales en su vida laboral adulta superiores a 3.8 billones de pesos debido al rezago educativo causado por la pandemia en su formación y desarrollo de habilidades, concluye una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

    De acuerdo con la investigación El impacto de la pandemia covid-19: Sus consecuencias educativas y laborales a largo plazo, sus autores pronostican una disminución en los ingresos salariales de esta generación de 11.1% a lo largo de su vida, en promedio. La población afectada es de más de 28.8 millones de estudiantes de entre 6 y 18 años de edad.

    En América Latina, Chile, Perú, Brasil, Argentina, Uruguay y Costa Rica han reiniciado clases presenciales en algunas zonas y en modelos híbridos, según el Observatorio a la Gestión Educativa. En Nicaragua las escuelas nunca cerraron. Recientemente, la oficial de Educación de UNICEF en México, declaró que el regreso a las aulas no ha significado un alza en el contagio de estudiantes.

    Los datos aportados por el estudio proyectan que, sin covid-19, la población actual de estudiantes generaría en su vida laboral 59 billones de pesos, cerca de 2 millones de pesos per cápita. La pandemia y su impacto en la formación del capital humano han tenido ya un costo de 3.8 billones de pesos, o una pérdida en ingresos laborales a nivel individual de 132,000 pesos.

    La economía mexicana perdería el equivalente a 16.6% del PIB de un año durante la vida laboral de esta generación tan sólo por el bajo aprovechamiento escolar del ciclo 2019-2020. Sin embargo, en el acumulado de 1.3 ciclo escolares bajo la pandemia el impacto pordría ser de hasta 25% de un año del PIB.

    “Los resultados muestran que mantener a las niñas, niños y jóvenes en la escuela es la intervención necesaria para mitigar el efecto del abandono a causa del covid-19, sobre todo en la población más vulnerable. Si los mantenemos en la escuela, tendrán más capital humano”, se expone en el documento.

    En su estudio, los investigadores del BID refieren otras proyecciones sobre la pérdida económica por el cierre de las escuelas. Las metodologías para calcularla varían, pero todas coinciden en que habrá un daño de grandes magnitudes. George Psacharopoulosis, investigador sobre la economía de la educación, ha estimado que la caída para el PIB mundial por el rezago educativo sería de 18%, o 15.1 billones de dólares.

    Para el BID los hogares “con menos ingresos son aquéllos que no sólo tienen menos recursos educativos, sino también las capacidades y el tiempo de los padres es más limitado”. Sin embargo, los papás que trabajan en México dedican, en promedio, poco más de una hora a la semana a cada niña o niño, según la Encuesta Nacional sobre el uso del Tiempo (ENUT 2014).

    Las mamás con trabajo remunerado destinan casi tres horas y media a cada hija o hijo. Las madres que hacen trabajo del hogar no remunerado ocupaban poco más de tres horas y media, también por persona.

    Los salarios aportan un valor al Producto Interno Bruto del país. Y si estos disminuyen, baja también su contribución. Pues bien, tan sólo porque de marzo a junio de 2020 las clases fueron virtuales, la aportación que esa generación de estudiantes daría al PIB mediante sus sueldos será 8.4% menor. Pero por el ciclo escolar 2020-2021 la caída podría ser de hasta 25 por ciento.

    Ante este panorama, concluyen los especialistas, el desafío es definir acciones que permitan mitigar el impacto eventual sobre la generación escolar actual. Algunas alternativas son modalidades híbridas de clases que combinen sesiones presenciales y remotas, la reapertura de escuelas en zonas de bajos índices de contagios y mayor seguimiento de las y los estudiantes que no pudieron mantener un vínculo con el sistema educativo en lo que va de la pandemia.

    Fuente:EL ECONOMISTA 18 de agosto de 2021