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FAO – Tierras secas: mucho más de lo que su nombre sugiere

Tierras secas: mucho más de lo que su nombre sugiere

  • Puede que le suene extraño, pero más del 25 % de los bosques del mundo se halla en tierras secas.

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    Las tierras secas son en realidad un ecosistema único en su tipo caracterizado por la escasez de recursos hídricos y las bajas precipitaciones. Allí plantas y animales sobreviven con poca agua, adaptados a las sequías y a las olas de calor que son habituales en esas zonas.

    Sin embargo, solo porque estas regiones sean secas no significa que sean infértiles. Si bien las tierras secas siguen siendo territorios productivos con un potencial económico y un valor medioambiental considerables, la vigilancia y la rehabilitación de sus ecosistemas no han suscitado tanto interés como otros ecosistemas como, por ejemplo, las pluviselvas. Pese a que las tierras secas son vulnerables, no se les está prestando la debida atención. El cambio climático, el uso insostenible de la tierra y la creciente escasez de agua están haciendo que las tierras secas se degraden sin remedio, afectando a los ecosistemas, dañando la biodiversidad, reduciendo la productividad de la tierra y limitando la producción de cultivos, plantas y ganado, lo cual en todos los casos dificulta la vida de las comunidades que viven allí.

    Quizá se sorprenda al enterarse de que más de una cuarta parte de los bosques del mundo se encuentra en tierras secas. Los árboles están presentes en casi un tercio de las regiones secas del mundo, lo que equivale a 1 100 millones de hectáreas de bosque, de acuerdo con la última Evaluación de las tierras secas de la FAO. Estos árboles y bosques revisten suma importancia para el planeta. Proporcionan hábitats para la biodiversidad, protegen la tierra de la erosión eólica y la desertificación, dan sombra a los cultivos, los animales y las personas, ayudan a que el agua penetre en los suelos y contribuyen a la fertilidad del suelo.

    Tampoco es que el resto de las tierras secas sean solo desierto: el 25 % de las tierras secas del mundo son pastizales y el 14 % son tierras de cultivo.

    Cerca del 40 % de la población mundial vive en tierras secas. La condición socioeconómica de los habitantes de las tierras secas es considerablemente inferior a la de los habitantes de muchas otras zonas, al punto de que la mayor parte de la pobreza mundial se concentra en esas tierras.

    El cambio climático ya está degradando las zonas de tierras secas. Si seguimos por este camino, las condiciones en las tierras secas serán más extremas, con más sequías, olas de calor intensas y fuertes vientos.

    La FAO y sus asociados han puesto en marcha numerosos proyectos que protegen las tierras secas y frenan la desertificación.

    En el marco del programa las tierras se restauran plantando las especies adecuadas en el lugar adecuado con el propósito de mejorar la calidad del suelo, promoviendo el uso de semillas de calidad procedentes de bosques naturales y gestionando la regeneración natural de las especies y las superficies sembradas a través de los comités de gestión de las aldeas. A nivel mundial, actualmente hay más de 60 000 hectáreas que son objeto de restauración y más de 500 comunidades de aldea que intervienen en las actividades de restauración, con una participación estimada en más de un millón de agricultores, de los cuales la mitad son mujeres.

    No se puede lograr un futuro mejor sin hacer una inversión social y económica en las tierras secas. Combatir la degradación de la tierra y la desertificación supone conservar la biodiversidad, prestar apoyo a los medios de vida y proteger nuestro planeta.

    Fuente: FAO 18 de marzo de 2021