La palabra “suicidio” proviene de las palabras latinas sui (uno mismo) y caedere (matar), término acuñado en 1642 por el médico y filósofo Thomas Browne para distinguir entre el homicidio de uno mismo y el cometido hacia otra persona. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio se define como un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal.
Existen diversas perspectivas y estudios del acto suicida que señalan que dicho evento es precedido de varios factores, por lo que cada vez más enfoques buscan comprender la complejidad de este fenómeno.
La Organización Mundial de la Salud considera al acto suicida como un problema de salud pública que puede ser evitado, por lo que se han diseñado e impulsado estrategias para reducirlo; en este contexto es que el 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, fecha en que se fomentan compromisos y medidas prácticas para detectar el riesgo y evitarlo.
Con el propósito de contribuir a esta causa, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) pone a disposición de la sociedad, información estadística actualizada sobre estos hechos, describiendo brevemente las tendencias a nivel mundial del fenómeno, así como datos y características más relevantes a nivel nacional que permiten caracterizar esta problemática.
DATOS NACIONALES
|
Fuente: INEGI 09.Septiembre.2016