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OIT – Los trabajadores domésticos deben tener derecho al descanso

 

 

Una nueva publicación de la OIT recuerda que los trabajadores domésticos deberían beneficiarse del mismo derecho al descanso que los otros trabajadores.

 

Más de la mitad de los trabajadores domésticos del mundo aún no tienen ningún derecho legal a un límite en las horas de trabajo semanales. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) defiende el derecho de un descanso suficiente para los trabajadores domésticos.

 

Una nueva hoja de datos de la OIT  muestra la sombría realidad que enfrentan muchos trabajadores domésticos en todo el mundo en relación al tiempo que pasan trabajando. En particular, se concentra en las difíciles condiciones de los trabajadores domésticos residentes en el domicilio del empleador quienes, en algunos países, trabajan más de 60 horas semanales y no disponen de ninguna legislación que regule su derecho a un descanso adecuado.

 

Los especialistas de la OIT destacan los efectos negativos sobre la salud de los trabajadores domésticos que trabajan horas excesivamente largas, con poco o ningún descanso, algunas veces asociado a horas de sueño insuficientes o con interrupciones. Señalan además que la investigación demuestra que puede causar un incremento del riesgo de la diabetes tipo 2, enfermedades del corazón y depresión, por mencionar sólo algunas de los efectos.

 

Los autores de la hoja de datos indican que la fatiga física y mental consecuencia de trabajar horas excesivamente largas no sólo afecta la capacidad de los trabajadores de realizar sus tareas, además puede incrementar el riesgo de accidentes en el trabajo.

 

Disponible las 24 horas del día

La publicación de la OIT saca a la luz las situaciones difíciles que experimentan los trabajadores que residen en el domicilio del empleador, a quienes con frecuencia se les exige que estén disponibles las 24 horas del día para satisfacer las diversas necesidades de sus empleadores.

 

“A los trabajadores domésticos residentes ni siquiera se les garantiza una noche de descanso ininterrumpida, en particular los que tienen responsabilidades de cuidar a niños, ancianos o miembros de la familia enfermos o con discapacidad, quienes con frecuencia tienen que interrumpir su descanso nocturno para proporcionar servicios de atención no programados además de sus tareas cotidianas”, señala.

 

 

Fuente: OIT 04.Abril.2016