La depresión es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona. Provoca angustia mental y repercute en la capacidad de las personas para llevar a cabo las tareas cotidianas, lo que tiene en ocasiones efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos. En el peor de los casos puede provocar el suicidio. Afortunadamente la depresión se puede prevenir y tratar.
Eje de la campaña
El eje de la campaña es la importancia de hablar de la depresión como componente vital de la curación. La estigmatización de las enfermedades mentales, incluida la depresión, sigue siendo un obstáculo para que las personas de todo el mundo pidan ayuda. Hablar de la depresión, bien con un familiar, amigo o profesional médico, bien en contextos más amplios (como la escuela, el lugar de trabajo y los entornos sociales) o en el ámbito público (medios de comunicación, blogs o redes sociales), ayuda a eliminar esta estigmatización, lo que en definitiva conllevará un aumento de las personas que piden ayuda.
La depresión puede afectar a cualquier persona. Por tanto, esta campaña va dirigida a todas las personas, independientemente de su edad, sexo o condición social. En la Organización Mundial de la Salud hemos optado por prestar especial atención a tres grupos afectados de manera desproporcionada: los jóvenes de 15 a 24 años, las mujeres en edad de procrear (especialmente tras el nacimiento de un hijo) y las personas de edad avanzada (más de 60). En la campaña se han previsto materiales dirigidos a estos destinatarios.
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Fuente: OMS 10.Octubre.2016