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ONU – La pandemia de COVID-19 dejará una “huella imborrable” en la salud mental de niños y jóvenes

La pandemia de COVID-19 dejará una “huella
imborrable” en la salud mental de niños y jóvenes

  • El impacto de la pandemia en la salud mental de niños y jóvenes es incalculable y podría durar muchos años, advierte la agencia de la ONU para la infancia y agrega que al menos uno de cada siete niños ha sido afectado por los encierros, mientras que más de 1600 millones de ellos han sufrido alguna pérdida de educación.

    La pandemia de COVID-19 está pasando una factura muy alta en la salud mental de niños y jóvenes, una afectación que también le cuesta a las economías unas pérdidas estimadas en 390.000 millones de dólares al año, según revela un nuevo informe divulgado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

    Ya antes de la pandemia, más de uno de cada siete niños y adolescentes de entre 10 y 19 años del mundo padecía algún trastorno mental diagnosticado y 46.000 se suicidaban anualmente, una situación que se ha agravado con la emergencia sanitaria, advierte el estudio.

    Los confinamientos y las restricciones de movimiento impuestas por la pandemia alejaron a ese colectivo de componentes clave para el desarrollo de los niños, como la familia, los amigos, las aulas y el juego, lo que dejará una “huella imborrable” en ellos.

    De acuerdo con una encuesta internacional de UNICEF y Gallup en 21 países muestra que uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 24 años respondió que a menudo se siente deprimido o tiene poco interés en hacer cosas.

    Los datos más recientes de UNICEF indican que al menos uno de cada siete niños ha sido directamente afectado por los encierros, mientras que más de 1600 millones han sufrido alguna pérdida en materia de educación.

    Hasta ahora, los trastornos mentales diagnosticados son el síndrome de atención con hiperactividad, la ansiedad, el autismo, el trastorno bipolar, el trastorno de conducta, la depresión, los trastornos alimentarios, la discapacidad intelectual y la esquizofrenia. Todos estos padecimientos pueden dañar la salud, la educación y la capacidad de generar ingresos de los niños y jóvenes.

    El impacto en la vida de los niños es incalculable, pero en términos económicos sí tiene un costo para las sociedades. La London School of Economics estima que las contribuciones perdidas debido a los trastornos mentales que conducen a la discapacidad o la muerte entre los jóvenes sumarían casi 390.000 millones de dólares al año.

    Pese a la importancia crítica de la salud mental para las sociedades, los gobiernos invierten muy poco en ese renglón, alertó la directora ejecutiva de UNICEF.

    El informe destaca el abismo que existe entre las necesidades de salud mental y el presupuesto para atenderlas: regularmente, los gobiernos asignan a la salud mental el 2% de sus partidas para el sector sanitario.

    El informe de UNICEF pide a los gobiernos y a los socios del sector público y privado que actúen para promover la salud mental de todos los niños, adolescentes y sus cuidadores, además de brindarles cuidados a los más vulnerables.

    Fuente: ONU 05 de octubre de 2021