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PNUD – Las mujeres son líderes destacadas

Las mujeres son líderes destacadas

  • Un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Universidad de Pittsburgh muestra que los techos y los muros de cristal son un freno para el liderazgo de las mujeres.

    El último informe Igualdad de Género en la Administración Pública (GEPA, por su sigla en inglés) —la primera investigación integral exhaustiva sobre el tema que cubre 170 países— encuentra que las brechas de género persisten y que las mujeres siguen topándose con techos y muros de cristal que frenan su promoción a los más altos puestos de poder e influencia. Si bien en muchos países se ha registrado un progreso en la representación de las mujeres en la administración pública en términos generales, los hombres en todas las regiones del mundo todavía superan en número considerable a las mujeres en los cargos de liderazgo y decisión. En promedio, las mujeres representan el 46% de las personas que se desempeñan en la administración pública, pero solo el 31% ocupa los cargos más altos de liderazgo y conforman únicamente el 30% del personal directivo superior.

    La igualdad de género es fundamental para una administración pública inclusiva y capaz de rendir cuentas. Cuando las mujeres asumen funciones de liderazgo en la administración pública, los Gobiernos demuestran mayor receptividad y rendición de cuentas y la calidad de los servicios públicos mejora notablemente, según la investigación descrita en el informe. Por ejemplo, los datos muestran que cuando las mujeres están en el poder, aquellas políticas más soslayadas (como las orientadas a poner fin a la violencia contra las mujeres, o los servicios de cuidado infantil y de atención médica) cobran mayor atención, y a menudo hay menos corrupción en el Gobierno y los partidos políticos son más proclives a trabajar de forma mancomunada. Dado que la crisis del COVID-19 impone desafíos sin precedentes a los Gobiernos y su ciudadanía, la toma de decisiones efectiva en las instituciones públicas y los servicios públicos receptivos e innovadores se hacen más necesarios que nunca.

    Estos nuevos datos se presentan cuando muchos países continúan luchando contra las consecuencias de la crisis del COVID-19 y sus preocupantes efectos económicos y sociales en las mujeres y las niñas: desde el alarmante aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas hasta la enorme pérdida de empleo e ingresos, lo que amenaza con detener el progreso hacia la igualdad de género. Hasta 105 millones más de mujeres y niñas —que ya de por sí son la mayoría de quienes viven en la pobreza extrema en el mundo— podrían verse empujadas a la pobreza de aquí a 2030 a causa de la pandemia, según el análisis del PNUD.

    En el informe GEPA se muestra que las mujeres ejercen un rol muy limitado en la adopción de decisiones sobre la política sanitaria, incluidas las respuestas de los países al COVID-19. Si bien el 58% de quienes se desempeñan en los ministerios de salud son mujeres, estas ocupan en promedio solo el 34% de los cargos de decisión.

    En el informe también se señala que las mujeres de la administración pública están apartadas de ciertas áreas de la labor política, donde se topan con “muros de cristal” además de los techos de cristal. El número de mujeres es más alto en los ministerios abocados a las cuestiones de las mujeres, la salud y la educación, pero se mantiene en niveles bajos en otras áreas del quehacer político.

    Sin la participación de las mujeres y con una subrepresentación de estas en los cargos de liderazgo en las tres áreas críticas de acción —la crisis sanitaria, la recuperación socioeconómica y el clima— es prácticamente imposible reconstruir mejor. Conforme los Gobiernos diseñan y perfeccionan las políticas para adaptarlas a la pandemia, el PNUD y la Universidad de Pittsburgh los instan a considerar los efectos de género de la crisis y a garantizar la participación plena e inclusiva de las mujeres en la administración pública, entre otros puestos, en los cargos de liderazgo y adopción de decisiones.

    En el informe GEPA se brindan cinco conjuntos de recomendaciones para ayudar a corregir el desequilibrio de poder y romper estos techos y muros de cristal, como por ejemplo las siguientes:

  • 1. Fortalecer las leyes, los marcos y las políticas vigentes y presionar para la sanción de estos instrumentos cuando no los hubiera, como por ejemplo, las cuotas y medidas especiales de carácter temporal y la creación de un presupuesto nacional de género;

  • 2. Generar un cambio institucional, entre otras cosas, a través de la reforma del lugar de trabajo, políticas de recursos humanos inclusivas y la sanción del sexismo y el acoso laboral;

  • 3. Mejorar la disponibilidad de datos de calidad sobre igualdad de género y mujeres en la administración pública;

  • 4. Aprovechar las alianzas en curso y forjar otras nuevas, como por ejemplo, con organizaciones no gubernamentales y movimientos de mujeres y alianzas empresariales, y

  • 5. Promover sinergias entre la agenda para la igualdad de género, entre otras cosas, a través de la concienciación y el apoyo a la educación y preparación de las mujeres para una carrera en la función pública.

    Fuente: ONU MUJERES 08 de julio de 2021