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BANCO MUNDIAL – Agua: Panorama general

 

El mundo no podrá cumplir los enormes desafíos del siglo XXI en materia de desarrollo —como desarrollo humano, ciudades habitables, cambio climático, y seguridad alimentaria y energética— si los países no mejoran la gestión de sus recursos hídricos y no garantizan el acceso a servicios confiables de agua y saneamiento.

 

El mundo enfrenta un mayor estrés hídrico impulsado por factores, tales como el crecimiento económico y demográfico, las modificaciones en el uso del suelo, la mayor variabilidad del clima y el cambio climático así como la disminución de la calidad del agua y de la disponibilidad de fuentes de aguas subterráneas.

 

 

 

En la actualidad, 2500 millones de personas no tienen acceso a saneamiento mejorado; de ellos, 1000 millones defecan al aire libre. El saneamiento deficiente tiene efectos en la salud, la educación, el medioambiente y actividades como el turismo. Además, aumenta la probabilidad de que las niñas abandonen la escuela o sean víctimas de agresiones cuando buscan privacidad para hacer sus necesidades.

 

Al menos 748 millones de habitantes no tienen acceso a agua potable segura. Las malas condiciones de saneamiento, suministro de agua e higiene provocan alrededor de 675 000 muertes prematuras todos los años y la falta de acceso a agua segura redunda en pérdidas económicas equivalentes al 7% del producto interno bruto (PIB) anual en algunos países.

 

La población del planeta crece rápidamente. Los análisis indican que, de mantenerse las prácticas actuales, a nivel mundial habrá una carencia de un 40% entre la demanda prevista y el suministro disponible en 2030. Para alimentar a los 9000 millones de personas que vivirán en el planeta en 2050 se requerirá cerca de un 50% más de agua. Más de la mitad de la población del mundo vive hoy en zonas urbanas y la cifra aumenta aceleradamente. ¿Cómo enfrentarán el incremento de la demanda aquellas ciudades donde ya falta el agua potable segura? Actualmente, 2000 millones de personas habitan en países con escasez extrema de agua y se prevé que el número subirá a 4600 millones para 2080.

 

Un informe del Banco Mundial señala que si la temperatura del planeta aumenta en 4 °Celsius, la presión debido al déficit de este elemento se intensificará en todo el mundo. Casi 1000 millones de personas que viven en cuencas afectadas por monzones y 500 millones que habitan en los deltas son los más vulnerables a la falta de agua. Y los países más pobres, que contribuyen en menor grado a este problema, serán los más perjudicados.

 

 

Fuente: BANCO MUNDIAL 23.Marzo.2015