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BANCO MUNDIAL – Un nuevo informe da cuenta de la caída masiva del número de personas no bancarizadas

 

 

700 millones de adultos en todo el mundo se convirtieron en titulares de cuentas entre 2011 y 2014: una reducción del 20 % en el número de personas no bancarizadas, según el informe Global Findex de 2014

 

 

Según se indica en un nuevo informe dado a conocer hoy, entre 2011 y 2014, 700 millones de personas se convirtieron en titulares de cuentas en bancos, otras instituciones financieras o proveedores de servicios de dinero móvil, y el número de personas “no bancarizadas” disminuyó el 20%, a 2000 millones de adultos.

 

Entre 2011 y 2014 el porcentaje de adultos que tenía una cuenta pasó del 51% al 62%, tendencia que se vio impulsada por el aumento de 13 puntos porcentuales en la titularidad de cuentas en los países en desarrollo y por el papel cumplido por la tecnología. En particular, las cuentas de dinero móvil en África al sur del Sahara están ayudando a ampliar e intensificar rápidamente el acceso a los servicios financieros. Paralelamente a estos avances, los datos también revelan grandes oportunidades de impulsar la inclusión financiera de las mujeres y las personas pobres.

 

Las conclusiones aparecen en la última edición de Global Findex, que es el instrumento más exhaustivo de calibración del progreso en materia de inclusión financiera. Esta inclusión, medida por el Global Findex como la titularidad de una cuenta que permite a los adultos almacenar dinero así como hacer y recibir pagos electrónicos es crucial para poner fin a la pobreza en el mundo. Los estudios revelan que el acceso más amplio al sistema financiero y la participación en él pueden impulsar la creación de empleo, aumentar las inversiones en educación, y ayudar directamente a las personas pobres a gestionar el riesgo y absorber las perturbaciones financieras.

 

El informe Global Findex de 2014 permitió confirmar que aún queda más por hacer para ampliar la inclusión financiera de las mujeres y los hogares pobres. Más de la mitad de los adultos del 40% de los hogares más pobres de los países en desarrollo aún no tenían cuentas en 2014. Y la diferencia en razón de género en la titularidad de cuentas no se está reduciendo significativamente: en 2011, el 47% de las mujeres y el 54% de los hombres tenían una cuenta; en 2014, el 58% de las mujeres tenía una cuenta, en comparación con el 65% de los hombres. A nivel regional, la diferencia en razón de género es más grande en Asia meridional, donde el 37% de las mujeres tiene una cuenta, en comparación con el 55% de los hombres (una diferencia de 18 puntos porcentuales).

 

La tecnología también puede estimular el uso de cuentas y transformar la manera de hacer pagos a nivel nacional, un nuevo tema abordado en el informe Global Findex de 2014. Por ejemplo, 355 millones de adultos de países en desarrollo —incluidos 35 millones de África al sur del Sahara— que tienen una cuenta informan que envían o reciben remesas dentro del país en efectivo o en el mercado no oficial. Además, 1300 millones de adultos de países en desarrollo que tienen una cuenta pagan sus facturas de recolección de residuos, abastecimiento de agua y electricidad en efectivo, y más de 500 millones de adultos de países en desarrollo que tienen una cuenta pagan las matrículas escolares en efectivo. El acceso a pagos digitales a través de un teléfono móvil o de un punto de venta crea oportunidades para brindar opciones de pago más convenientes y asequibles.

 

Al pagar los salarios del sector privado y los salarios y transferencias del Gobierno en forma digital (en lugar de hacerlo en efectivo), los Gobiernos y el sector privado pueden desempeñar un papel clave para la rápida apertura de cuentas y el aumento de la inclusión financiera. A nivel mundial, el pago de las transferencias y los salarios del Gobierno a través de cuentas (en lugar del pago en efectivo) puede elevar en hasta 160 millones el número de adultos que tengan una cuenta.

 

 

Fuente: BANCO MUNDIAL 15.Abril.2015