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BANCO MUNDIAL – Para erradicar la pobreza hay que cerrar las brechas de género

Para erradicar la pobreza hay
que cerrar las brechas de género

Luego de más de diez años de caída constante, la tasa de reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe está estancada desde 2014. Mientras que la región redujo la pobreza a una tasa promedio de 1,4 puntos porcentuales por año durante la década de 2000 (utilizando la línea de pobreza internacional de $5,50), esta descendió a una tasa promedio de 0,8 puntos porcentuales por año en la década de 2010.

Entre otros factores, los avances de la región en términos de igualdad de género fueron un impulsor clave para la reducción de la pobreza. De todas formas, la pobreza afecta desproporcionadamente a las mujeres: en 2018, existían aproximadamente cinco millones (una cifra equivalente a la población de Costa Rica) más de mujeres pobres que hombres pobres, lo que subraya la necesidad de mantener e incluso redoblar los esfuerzos por lograr una mayor igualdad de género.

En términos de largo plazo, América Latina avanzó de manera significativa hacia la igualdad de género. Las tasas de fertilidad y mortalidad descendieron, la paridad de género se alcanzó en términos de tasa de inscripción en la escuela primaria y la participación de la mujer en la fuerza laboral aumentó en las últimas dos décadas, comparado con un leve descenso en la tendencia mundial. Asimismo, los números indican que entre 2000 y 2010, los ingresos laborales de la mujer en Latinoamérica representaron el 28% de la reducción de la desigualdad en la región y el 30% de la caída en la pobreza extrema.

a COVID-19, una de las peores crisis en la historia de la región, supone nuevos desafíos en términos de reducción de la pobreza y desigualdad. Se prevé que la pobreza aumente de forma significativa, pudiendo comprometer los avances anteriores si no se toman medidas para proteger a los más vulnerables. La COVID-19 podría ampliar las brechas de género existentes y revertir décadas de avances en términos de igualdad de género. Esto, a su vez, representa un desafío significativo para la erradicación de la pobreza extrema.

La igualdad de género en el acceso a las oportunidades económicas, el capital humano y la capacidad de actuar son componentes clave de las operaciones del Grupo del Banco Mundial , diseñadas para apoyar la recuperación y el retorno a una senda de reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe.

Estos esfuerzos incluyen una focalización sobre las necesidades financieras de las mujeres.

En México, por ejemplo, uno de los países de la región con las mayores brechas de género en acceso financiero, se llevan a cabo esfuerzos por incrementar el acceso de las mujeres al financiamiento productivo a través de apoyo a iniciativas del gobierno por priorizar programas centrados en las necesidades financieras de las mujeres a través de bancos de desarrollo estatales.

La pandemia supone nuevos desafíos para le región en términos de reducción de la pobreza. Erradicar la pobreza extrema y recuperarse de la crisis requiere de oportunidades para que todos los individuos, especialmente las mujeres, accedan a oportunidades económicas. Para alcanzar este objetivo, se debe poner mayor énfasis en la igualdad de género y la eliminación de los obstáculos que afectan de forma desproporcionada a las mujeres.

En otras palabras, no erradicaremos la pobreza sin cerrar las brechas de género.

 

 

Fuente: BANCO MUNDIAL Octubre 2020