El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con la colaboración y asesoría técnica de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), levantó a mediados del 2012 la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), cuyos resultados se analizaron a fines del mismo año.
De acuerdo con información obtenida mediante la ENIF, en 2012 el 56.0% de la población adulta del país (39.4 millones de personas entre 18 y 70 años) tenía contratado al menos un producto con el sistema financiero formal, ya sea una cuenta de ahorro, un crédito, algún tipo de seguro o una cuenta de ahorro para el retiro.
El 35.5% de los adultos (25 millones) mantenían al menos un producto de depósito o ahorro, como cuentas de nómina, ahorro, cheques, o bien, depósitos a plazo. Por otra parte, el 27.5 % de los adultos afirmaron tener algún producto de crédito formal.
Con respecto al uso de los canales de acceso al sistema, las sucursales de los intermediarios fueron los puntos más utilizado por la población encuestada (40% de los adultos, equivalente a 28.5 millones de personas), seguidas de los cajeros automáticos (38%, 26.7 millones) y los establecimientos comerciales que funcionan como corresponsales bancarios (30%, 21.1 millones).
A partir de esta fecha, el INEGI pone a disposición del público en general las bases de datos y la CNBV publica un estudio sobre el desarrollo de la Encuesta y un análisis de la estadística descriptiva con un desglose por sexo y por tamaño de localidad (menores de 15,000 habitantes y de 15,000 habitantes y más).
Fuente: INEGI, 25-04-2013