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FAO – El índice de precios de los alimentos de la FAO aumenta bruscamente

El índice de precios de los alimentos de la FAO aumenta bruscamente

  • Los precios mundiales de los productos alimenticios alcanzan en noviembre su nivel más elevado en casi seis años. La FAO también recorta sus pronósticos sobre las cosechas de cereales y comunica que hay 45 países que necesitan asistencia alimentaria exterior.

    Los precios mundiales de los productos alimenticios aumentaron bruscamente en noviembre ubicándose en su nivel más elevado en casi seis años, de acuerdo con un informe de referencia de las Naciones Unidas.

    El índice de precios de los alimentos de la FAO registró un promedio de 105,0 puntos durante el mes, es decir, un 3,9 % más que en octubre y un 6,5 % por encima de su valor un año antes. El aumento mensual fue el más pronunciado desde julio de 2012 y situó el índice en su nivel más elevado desde diciembre de 2014, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

    El índice de precios de los alimentos de la FAO hace un seguimiento de los precios internacionales de los productos alimenticios más comercializados a escala mundial. Todos sus subíndices aumentaron en noviembre.

    El índice de los precios de los cereales de la FAO aumentó un 2,5 % desde octubre y se situó, en promedio, un 19,9 % por encima del valor de noviembre de 2019. Los precios del trigo para la exportación aumentaron como resultado del empeoramiento de las perspectivas para la cosecha en la Argentina, al igual que los precios del maíz, debido a las expectativas de una disminución de la producción en los Estados Unidos de América y en Ucrania, así como a cuantiosas compras de China. Los precios internacionales del arroz se mantuvieron estables durante el mes.

    La FAO ha rebajado aún más su pronóstico sobre la producción mundial de cereales en 2020, que actualmente se ubica en 2 742 millones de toneladas, cifra que sigue siendo un récord y se encuentra un 1,3 % por encima de la producción del año pasado.

    Los nuevos pronósticos publicados en la Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales apuntan a una producción mundial de cereales secundarios de 1 470 millones de toneladas, una producción de trigo de 761,7 millones de toneladas y una producción de arroz de 508,4 millones de toneladas.

    Según los pronósticos, la utilización mundial de cereales en 2020/21 alcanzará los 2 744 millones de toneladas, un 1,9 % más que en 2019/20, impulsada por las expectativas de un uso creciente de maíz y sorgo como pienso en China, así como por el aumento de la producción de etanol a base de maíz en el Brasil y los Estados Unidos de América.

    Se prevé que las reservas mundiales de cereales al cierre de las campañas en 2021 disminuirán, ubicándose en 866,4 millones de toneladas, lo que se traduce en un coeficiente reservas-utilización a escala mundial del 30,7 %, que, según la FAO, es el nivel más bajo en cinco años, pero aun así es relativamente cómodo.

    De acuerdo con los pronósticos, el comercio mundial de cereales en 2020/21 aumentará en un 3,4 % respecto del año pasado y se situará en 454,6 millones de toneladas, principalmente debido a un ritmo mayor de lo previsto de las ventas de maíz de los Estados Unidos de América y continuadas compras cuantiosas por parte de China.

    Según el informe, se estima que la producción total de cereales de los 51 países de bajos ingresos y con déficit de alimentos aumentará este año hasta ubicarse en 496,3 millones de toneladas -alrededor de un 7 % por encima del último promedio quinquenal- gracias a la abundante producción en África austral y en los países asiáticos del Lejano Oriente. Sin embargo, se estima que las necesidades de importación de cereales en la campaña comercial 2020/21 aumentarán hasta los 73,9 millones de toneladas, principalmente a raíz de un aumento de las necesidades en los países del África subsahariana.

    En el informe se señala que la presencia de La Niña acentúa el riesgo de que se produzcan precipitaciones superiores a la media en África austral y Asia oriental, mientras que en algunas zonas del Cercano Oriente asiático y de África oriental se prevé una disminución de las precipitaciones, condiciones que podrían dar lugar a perturbaciones de la producción con efectos adversos.

    Fuente: FAO 03 de diciembre de 2020