En los dos últimos decenios, la malnutrición materna e infantil se ha reducido casi a la mitad. Sin embargo, la subalimentación infantil y las carencias de nutrientes siguen representando la mayor carga relacionada con la nutrición a nivel global.
La subalimentación infantil a menudo es consecuencia de la mala calidad de las dietas en términos de variedad, contenido de nutrientes e inocuidad de los alimentos durante la infancia, asociada al reducido acceso a los servicios de salud, el saneamiento y la asistencia social. En lo que se refiere a las mujeres gestantes, el hambre y la malnutrición, especialmente las carencias de hierro y calcio, contribuyen considerablemente a la mortalidad materna.
Datos clave
161 millones de niñosmenores de 5 años padecen retraso del crecimiento debido a la subalimentación crónica.
La prevalencia del retraso del crecimiento en niños menores de 5 años es más frecuente en los países en desarrollo de las regiones de las Naciones Unidas de África oriental (41 %), seguida de Oceanía (38 %, excluyendo Nueva Zelanda y Australia), Asia meridional (36 %), Sur de Asia central (35 %) y África occidental, central y meridional (34 %, 32 % y 30 % respectivamente).
La malnutrición infantil y materna, incluidas las limitaciones del crecimiento fetal, la lactancia materna subóptima, el retraso del crecimiento, la emaciación y las carencias de vitamina A y de zinc, es, según se estima, una causa básica de mortalidad en un 45% de los casos de muerte de niños menores de 5 años.
Los niños de los hogares más pobres tienen dos veces más probabilidades de padecer insuficiencia ponderal (bajo peso para la edad) que los de los hogares menos pobres.
La prevalencia del retraso del crecimiento entre los niños descendió globalmente de 199 millones en el año 2000 a 161 millones en 2013, lo que en porcentajes representa una disminución de niños con retraso del crecimiento del 33 % al 25 %.
La subalimentación materna, frecuente en muchos países en desarrollo, comporta un desarrollo fetal deficiente y un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo.
La anemia afecta al 38 % de las mujeres embarazadas de todo el mundo.