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Informe mundial sobre Desarrollo Humano 2011

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó el Informe Mundial sobre Desarrollo Humano, que este año examina la relación entre sostenibilidad y equidad en un mundo interconectado por más de 7 mil millones de personas.

En un evento realizado a pocas horas del lanzamiento mundial que fue encabezado por Helen Clark, Administradora del PNUD y la Primera Ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, se realizó el lanzamiento en México por el Representante Residente del PNUD, Magdy Martínez-Solimán; la Representante Residente Adjunta del PNUD en México, María del Carmen Sacasa; el Coordinador General de la Oficina de Investigación en Desarrollo Humano de ese organismo, Rodolfo de la Torre y por la Directora del Programa de Desarrollo Sustentable del PNUD en México, Verania Chao.
Aunque los estándares de vida de la mayoría de países han mejorado, y por décadas han tendido a la convergencia, el Informe Mundial sobre Desarrollo Humano 2011 proyecta un retroceso alarmante de dichas tendencias si el deterioro medioambiental y las desigualdades sociales siguen intensificándose, con las mayores pérdidas para los países menos desarrollados antes del 2050.
Como en cada edición, el informe permite comparar el desempeño de 187 países para los que ha sido posible calcular el Índice de Desarrollo Humano (IDH), a partir de una metodología rigurosa y estrictamente comparable. Este año, los países líderes en el mundo por sus niveles de desarrollo humano son: Noruega, Australia y Países Bajos. En contraste, la República Democrática del Congo, Burundi y Níger ocupan los niveles más bajos de desarrollo humano del planeta. El IDH mide las oportunidades de los individuos para gozar de una vida larga y saludable, para acceder a conocimientos individual y socialmente útiles y para obtener medios suficientes para involucrarse y decidir sobre su entorno.
Desde la perspectiva del PNUD, el desarrollo humano se refiere a la libertad individual y colectiva, al progreso sostenible y equitativo, y al derecho de las generaciones futuras de acceder a las mismas oportunidades que hoy gozan las generaciones actuales. Bajo esa premisa el desarrollo sostenible implica ampliar las libertades fundamentales de las generaciones actuales, al tiempo que se emprenden esfuerzos para evitar el riesgo de comprometer las libertades de las generaciones futuras. A partir de estos dos conceptos, se entiende que un medioambiente limpio y seguro es un derecho, no un privilegio.
De acuerdo con este informe, México ocupa el lugar 57 y su IDH lo ubica entre los países con nivel alto de desarrollo humano. Al igual que otros 120 países, México conservó este año la posición obtenida un año atrás mientras que 36 países incrementaron su posición relativa y otros 31 la redujeron. De 2006 a la fecha el país ha logrado avanzar 2 posiciones con un crecimiento promedio anual de 0.64%; una cifra apenas inferior al promedio de países con altos niveles de desarrollo (0.70%) aunque similar a lo observada en el mundo (0.66%) y en América Latina y el Caribe (0.66%).
En la escala internacional de 2011, el país ha alcanzado un nivel de desarrollo superior al promedio de las naciones con niveles altos de desarrollo humano, así como al promedio de América Latina y el Caribe. La estimación internacional del desarrollo humano se compara con la de Arabia Saudita, Bulgaria, Panamá y Serbia. En el contexto latinoamericano, el desarrollo de México todavía es menor al alcanzado por Chile, Argentina, Uruguay y Cuba, pero es superior al de Costa Rica, Venezuela, Perú y Brasil.
De acuerdo con el informe 2011, la desigualdad sigue siendo una constante y un gran reto para la nación y la región. Al incluir la desigualdad en la medición del desarrollo humano, y considerar su distribución entre la población de un país, se observa que México pierde 15 posiciones en el ordenamiento mundial de desarrollo humano. También destacan los retrocesos de Colombia, que pierde 25 lugares, Estados Unidos, 19, y la República de Corea, 17 puestos.
El informe 2011 advierte que la desigualdad creciente en el mundo también es desigualdad medioambiental, en la medida en que los pobres, las mujeres y los niños sufren desmedidamente los efectos del cambio climático, de los desastres medioambientales, de la contaminación atmosférica, de la falta de agua o del consumo de agua sucia, de la carencia de energía o del uso de energía peligrosa para la salud. De acuerdo con las proyecciones que presenta el informe 2011, si no se modifican los patrones actuales del deterioro ambiental, los más pobres seguirán siendo los más afectados por sus consecuencias, a pesar de que su contribución al problema sea mínima.
El documento que hoy se hace público en México y el resto del mundo, identifica un amplio margen de acción para generar sinergias positivas entre equidad y sostenibilidad, propone un programa de políticas públicas para revertir los desequilibrios y con ese objetivo, define una estrategia para tratar los problemas ambientales actuales y al mismo tiempo promover la equidad y el desarrollo humano.

SOBRE ESTE INFORME: El Informe sobre Desarrollo Humano es una publicación editada de manera independiente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Puede descargar de manera gratuita la edición de 2011 del Informe, disponible en 10 idiomas, otros recursos de referencia sobre los índices y análisis regionales específicos en: http://hdr.undp.org/es/informes/mundial/idh2011/

Página para descargar el informe

Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Noviembre 2011.