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100 años de análisis de información

En el Bicentenario de la Independencia que conmemoramos este 2010 es notable la evolución que han mostrado los principales indicadores demográficos, así como el perfeccionamiento de las fuentes de información demográfica, las cuales constituyen actualmente uno de los sistemas de información más consistentes de América Latina.

Datos históricos disponibles en el Sistema de Estadísticas Históricas de México del INEGI (2009) dan cuenta de los esfuerzos realizados para estimar a la población desde la Colonia. En 1810, año que marca el inicio del movimiento independentista en México, la población se estimaba en 6.1 millones de habitantes.

Para 1910 la población contabilizada cien años atrás se había más que duplicado, alcanzándose los 15.2 millones de habitantes, de los cuales 50.6 por ciento eran mujeres. Otras características de la población eran la baja esperanza de vida al nacer (25.4 años) y la estructura por edad, ya que la población infantil representaba casi la mitad del total de la población (6.4 millones), mientras que los adultos mayores sólo significaban 2.4 por ciento. Por otra parte, las personas en edad de trabajar (entre 16 y 65 años) ascendían a 8.4 millones, es decir, 55.6 por ciento del total de la población mexicana.

En términos de la distribución en el territorio nacional, casi tres cuartas partes de la población mexicana vivía en localidades rurales (71.3 por ciento), y solamente 28.7 por ciento en localidades urbanas. Además, desde el censo de 1895, Jalisco y Guanajuato destacaron como las únicas entidades del país en las que se registró más de un millón de habitantes.

Actualmente la composición de la estructura poblacional es muy distinta. En 2010, se estima que 30.5 millones de habitantes (28.1por ciento) tienen entre 0 y 14 años, 71.5 millones (66 por ciento) tienen entre 15 y 65 años, y 6.4 millones (5.9 por ciento) tienen más de 65 años de edad.

A esto se añade el giro de 180 grados que ha dado la distribución de la población. Actualmente sólo 22.5 por ciento de los mexicanos radican en localidades rurales (menos de 2,500 habitantes), mientras que más de tres cuartas partes (77.5 por ciento) lo hacen en localidades de 2,500 o más habitantes, y la mayoría de las entidades federativas ya han superado el millón de habitantes.

En 1910, la relación de dependencia, es decir, la proporción de gente en edad no productiva (menores de 15 y mayores de 65 años y más) que era sostenida por gente en edad productiva, ascendía a 80.5 por cada cien. Este indicador alcanzó su nivel máximo en 1970 (99.7 por cada cien), y en 2010, de acuerdo a las Proyecciones de Población elaboradas por CONAPO, la razón de dependencia se ubica actualmente en 51.6 personas en edad no laborable por cada cien en edad de trabajar.

En el Bicentenario que conmemoramos, la población de México ha crecido 18 veces para ubicarse en 108.4 millones de habitantes, de los cuales 53.2 millones son hombres y 55.2 millones son mujeres, y la esperanza de vida se ha incrementado a 75.4 años (73.1 en varones y 77.8 en mujeres).

La política de población de nuestro país ha sido concebida como parte inherente e inseparable de la política de desarrollo, y ha estado dirigida a impulsar la desaceleración del ritmo de crecimiento demográfico, promover una distribución territorial acorde con las potencialidades de desarrollo de las diferentes regiones del país, propiciar la extensión y arraigo de una sólida cultura demográfica, así como favorecer una mayor y amplia participación de la mujer en los procesos de desarrollo económico, social, político y cultural del país.

Fuente: CONAPO