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ONU – Cambio climático: 8 razones para no perder la esperanza

Cambio climático: 8 razones para no perder la esperanza

  • Aunque una vez más la comunidad científica ha dejado claro esta semana que no estamos haciendo lo suficiente para limitar el calentamiento global al umbral crucial de los 1,5 grados centígrados, los hallazgos del último informe de los científicos de la ONU no son todo pesimismo.

    Hemos analizado detenidamente el influyente informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, más allá de los titulares y Noticias ONU ha identificado ocho conclusiones positivas del documento, que esperamos ayuden a reducir los sentimientos de ansiedad que a todos nos genera la falta de decisión política para mitigar el calentamiento global.

    1.- Los vehículos eléctricos están en auge

    El uso de vehículos eléctricos se está acelerando en todo el mundo. El uso de electricidad baja en carbono está reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte terrestre.

    El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático destaca que el biocombustible sostenible puede ofrecer beneficios de mitigación adicionales en el transporte terrestre, a corto y mediano plazo.

    Muchas estrategias de mitigación en el sector del transporte tendrán varios beneficios colaterales, que incluyen mejoras en la calidad del aire, beneficios para la salud, acceso equitativo a los servicios de transporte, reducción de la congestión y reducción de la demanda de materiales.

    2.- El costo de las tecnologías de bajas emisiones está bajando

    Según el informe, los costos unitarios de varias tecnologías de bajas emisiones han caído continuamente desde 2010.

    Para ser más exactos, de 2010 a 2019, los costos de la energía solar han disminuido un 85 %, la energía eólica un 55 % y las baterías de iones de litio un 85 %.

    Los científicos argumentan que tanto las políticas integrales como las personalizadas que abordan los sistemas de innovación han ayudado a superar los impactos distributivos, ambientales y sociales potencialmente asociados con la difusión global de tecnologías de bajas emisiones.

    3.- Las Leyes de mitigación se están expandiendo

    Para 2020, más del 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero estaban cubiertas por impuestos al carbono o sistemas de comercio de emisiones, aunque la cobertura y los precios han sido insuficientes para lograr reducciones profundas.

    Además, para 2020, había leyes climáticas “directas” enfocadas principalmente en reducciones en 56 países que cubren el 53% de las emisiones globales.

    Los científicos también destacan como el Protocolo de Kioto, que en 1997 comprometió a los países y economías industrializados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ha llevado a reducir las emisiones en algunos países y ha sido fundamental en la creación de capacidad nacional e internacional para informar y contabilizar las emisiones.

    Asimismo, el Acuerdo de París del 2015, con una participación casi universal, ha llevado al desarrollo de políticas y al establecimiento de objetivos a nivel nacional y subnacional, en particular en relación con la mitigación, así como una mayor transparencia de la acción y el apoyo climáticos.

    4.- Todavía es posible cambiar las emisiones industriales

    Los expertos dicen que las emisiones netas de carbono cero del sector industrial, aunque desafiantes a una escala significativa, todavía son posibles.

    “La reducción de las emisiones de la industria implica una acción coordinada a lo largo de las cadenas de valor para promover todas las opciones de mitigación, incluida la gestión de la demanda, la eficiencia energética y de los materiales, los flujos circulares de materiales, así como las tecnologías de reducción y los cambios transformadores en los procesos de producción”, explica el informe.

    Para avanzar hacia las cero emisiones netas, las industrias pueden aprovechar los nuevos procesos de producción utilizando las energías renovables, el hidrógeno verde, los biocombustibles y el control de la gestión del carbono.

    5.- Las ciudades presentan una gran oportunidad para la acción climática

    El informe subraya que las áreas urbanas brindan oportunidades clave para la mitigación del cambio climático.

    Algunas medidas urbanas efectivas incluyen más áreas transitables y una mayor penetración de energía renovable.

    Los esfuerzos de mitigación en las ciudades deben concentrarse en:

  • Reducir o cambiar el consumo de energía y materiales

  • Electrificación ecológica

  • Mejorar la absorción y el almacenamiento de carbono en el entorno urbano

    Otro punto de actuación tiene que ver con el sector de la edificación. En algunos escenarios globales, se prevé que los edificios existentes, si se modernizan, y los edificios que aún no se construyen, se acerquen a las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050, si los paquetes de políticas, que combinan medidas ambiciosas de suficiencia, eficiencia y energía renovable, se implementan de manera efectiva y se eliminan las barreras a la descarbonización.

    6.- Se están desplegando medidas económicas

    El informe señala que muchos instrumentos regulatorios y económicos ya se han implementado con éxito.

    Según los datos, los flujos financieros totales rastreados para la mitigación y adaptación climática aumentaron hasta un 60 % entre 2013-14 y 2019-20, pero el crecimiento promedio se ha desacelerado desde 2018.

    Sin embargo, los autores señalan que los instrumentos económicos han sido efectivos en la reducción de emisiones, complementados con instrumentos normativos principalmente a nivel nacional y también subnacional y regional.

    Destacan con gran confianza que la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles reduciría las emisiones, mejoraría los ingresos públicos y el desempeño macroeconómico, y generaría otros beneficios ambientales y de desarrollo sostenible.

    “Varios estudios proyectan que la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles reducirá las emisiones globales de CO2 en un 1-4 % y las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 10% para 2030, según las regiones”, dice el informe.

    7.- A las personas les importa y están comprometidas

    Los autores del informe reconocen en su evaluación que muchos ciudadanos de todo el mundo se preocupan por la naturaleza y la protección del medio ambiente y están motivados para participar en la lucha por el clima.

    Muchos gobiernos actualmente están luchando con la cuestión de si la gente realmente apoyará algunos cambios radicales.

    Este informe de evaluación muestra que la aceptabilidad pública es mayor cuando los costos y los beneficios se distribuyen de manera justa y cuando se han seguido procedimientos de decisión justos y transparentes”.

    8.- La eliminación de CO2 ahora es esencial para alcanzar nuestros objetivos, pero es complicado.

    El informe muestra que llegar a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero requiere más que reducciones de emisiones e implica una opción llamada eliminación de dióxido de carbono (CDR).

    Los impactos, riesgos y beneficios de la implementación de esta técnica para los ecosistemas, la biodiversidad y las personas serán muy variables según el método, el contexto específico del sitio, la implementación y la escala.

    Sin embargo, la reforestación, la gestión forestal mejorada, el secuestro de carbono del suelo, la restauración de turberas y la gestión del carbono azul son ejemplos de métodos que pueden mejorar la biodiversidad y las funciones de los ecosistemas, el empleo y los medios de vida locales, según el contexto.

    Además, de las reducciones de emisiones profundas, rápidas y sostenidas, la eliminación de dióxido de carbono puede cumplir tres funciones complementarias diferentes a nivel mundial o nacional:

  • Reducir las emisiones netas de CO2 o de efecto invernadero a corto plazo

  • Contrarrestar las emisiones residuales “difíciles de reducir” (p. ej., emisiones de la agricultura, la aviación, el transporte marítimo, los procesos industriales) para ayudar a alcanzar el cero neto a mediano plazo.

  • Lograr emisiones negativas netas de CO2 o GEI a largo plazo, si se despliega a niveles que superan las emisiones residuales anuales.

    A menos que los gobiernos de todo el mundo reevalúen sus políticas energéticas, el progreso logrado no será suficiente para mantener nuestro planeta fuera de peligro.

    Fuente: ONU 05 de abril de 2022