CEIEG.


ONU – El 90% de los desastres tiene relación con el clima, revela nuevo estudio de la ONU

 

 

 

 

Los grandes desastres ocurridos durante los últimos 20 años han sido causados en el 90% de los casos por inundaciones, tormentas, olas de calor, sequías y otros fenómenos relacionados con el clima.

 

 

Un nuevo informe publicado el día de hoy por las Naciones Unidas, titulado “The Human Cost of Weather Related Disasters” (El costo humano de los desastres meteorológicos), revela que durante los últimos 20 años, el 90 por ciento de los desastres de mayor magnitud han sido ocasionados por 6.457 inundaciones, tormentas, olas de calor, sequías y otros eventos meteorológicos registrados.

 

Los cinco países más afectados por la mayor cantidad de este tipo de desastres son los Estados Unidos (472), China (441), India (288), Filipinas (274) e Indonesia, (163).

 

El informe y el análisis que recopiló la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) y el Centro de Investigación sobre Epidemiología de los Desastres (CRED, por sus siglas en inglés), con sede en Bélgica, demuestra que desde que se llevó a cabo la primera Conferencia sobre Cambio Climático (COP1) en 1995, 606.000 personas han perdido la vida y 4.100 millones de personas han resultado heridas, han perdido su hogar o han necesitado asistencia de emergencia a consecuencia de algún desastre meteorológico.

 

El informe también destaca una serie de vacíos en cuanto a los datos, aseverando que las pérdidas económicas que ocasionan los desastres meteorológicos son mucho más altas que las cifra registrada de $1.891 billones, la cual representa el 71 por ciento de todas las pérdidas atribuidas a las amenazas naturales durante ese período de 20 años. Únicamente el 35 por ciento de los registros incluye información sobre pérdidas económicas. En ese sentido, la UNISDR calcula que la verdadera cifra de las pérdidas que ocasionan los desastres —incluidos los terremotos y los tsunamis— varía entre $250.000 millones y $300.000 millones de dólares estadounidenses anualmente.

 

 

DETALLES RELEVANTES DEL INFORME

 

 
  • Asia es el continente más afectado por el impacto que generan los desastres, lo que incluye 332.000 muertes y 3,7 mil millones de personas perjudicadas. En este número de víctimas mortales se registran 138.000 muertes ocasionadas por el ciclón Nargis, el cual azotó a Myanmar en 2008.

 

 
  • En total, entre 2005 y 2014 se registró un promedio de 335 desastres meteorológicos, lo cual representa un aumento del 14 por ciento en comparación con el período comprendido entre 1995 y 2004 y casi el doble del nivel registrado entre 1985 y 1995.

 

 
  • La severidad de los estragos que ocasionan los desastres en la sociedad civil se revela en otras estadísticas tomadas de la Base de Datos del CRED sobre Eventos de Emergencias (EM-DAT): durante el período que abarca el estudio, los desastres dañaron o destruyeron un total de 87 millones de viviendas.

 

 
  • Las inundaciones representaron el 47 por ciento de todos los desastres meteorológicos que ocurrieron entre 1995 y 2015, las cuales perjudicaron a 2.300 millones de personas y cobraron la vida de 157.000 más. Las tormentas fueron el tipo más mortal de desastres meteorológicos, pues ocasionaron 242.000 víctimas mortales o el 40 por ciento de las muertes ocasionadas por estos desastres en el ámbito mundial. El 89 por ciento de estas muertes ocurrió en países de ingresos más bajos.

 

 
  • En general, las olas de calor cobraron la vida de 148.000 de las 164.000 personas que fallecieron debido a temperaturas extremas. El 92 por ciento de las muertes ocurrió en países de altos ingresos y de estas el 90 por ciento fue en Europa.

 

 
  • Las sequías repercuten más en África que en cualquier otro continente. Entre 1995 y 2015, la base de datos EM-DAT registró 136 eventos de este tipo en África, incluidas 77 sequías sólo en África Oriental. El informe destaca la necesidad de mejorar la recopilación de datos sobre las muertes indirectas que ocasionan las sequías.

 

 

 

 

Fuente ONU 23.Noviembre.2015