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ONU – El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el COVID-19 dejan su huella en las montañas, la del aumento del hambre

El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el COVID-19
dejan su huella en las montañas, la del aumento del hambre

  • El número de personas que habitan en las montañas y son vulnerables a la carencia de comida creció de 243 millones a unos 350 millones entre los años 2000 y 2017, según descubre un nuevo estudio publicado este viernes por la agencia humanitaria de la ONU dedicada a la alimentación.

    Un nuevo informe conjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la Secretaría de la Alianza para las Montañas y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación destaca que aumenta el número de personas hambrientas que viven en las montañas, pese a que éstas acogen a casi la mitad de la biodiversidad mundial.

    El estudio, lanzado en conmemoración del Día Internacional de las Montañas 2020 que se celebra hoy, destaca el valor social, económico y ecológico de la biodiversidad de las montañas, ya que éstas representan el 30% de las principales zonas de biodiversidad del planeta.

    Aunque las montañas proporcionan entre el 60 y el 80% del agua dulce del planeta, que es esencial para el riego, la industria, la producción de alimentos y energía y el consumo doméstico, la pesquisa confirma que los ecosistemas montañosos son cada vez más frágiles debido a factores como la presión de los cambios en el uso de la tierra y el clima, la sobreexplotación, la contaminación, los cambios demográficos y otros factores.

    A estos factores hay que añadirle otro elemento esencial que erosiona la vida de los habitantes de las montañas: la degradación ambiental.

    Según los cálculos de la Organización unos 275 millones de habitantes de zonas rurales vulnerables a la inseguridad alimentaria viven en zonas montañosas que fueron afectadas por peligros naturales.

    La Organización estima que en 2017 había 17 millones de habitantes rurales de montaña vulnerables en América Latina y el Caribe. Estos representan el 31% de la población rural de montaña y el 10% del total de la población de montaña de la región.

    “En términos absolutos, se registró un aumento del número de personas vulnerables de 1,7 millones entre 2000 y 2012 y de 330 000 entre 2012 y 2017. La proporción de personas vulnerables respecto del total de la población de las montañas permaneció estable de 2000 a 2017 (12% en 2000, 11% en 2012 y 10% en 2017). La proporción respecto de la población rural total también se mantuvo estable, en torno al 30 por ciento (28% en 2000, 32% en 2012 y 31% en 2017)”, explica el estudio.

    Asimismo, durante 2017, más de la mitad (un 52%) de todas las personas vulnerables de la región se encontraban en América Central (nueve millones de personas, que representan el 34% de la población rural de la subregión).

    A continuación, América del Sur fue la región con el segundo número más alto de personas vulnerables con siete millones, es decir, el 26% de su población rural de montaña.

    “Aunque en cifras absolutas es menor (1,5 millones de personas), las personas vulnerables estimadas en el Caribe representaban el 42% de la población rural de montaña de esta subregión”, aclara el informe.

    El estudio recomendó emprender medidas de carácter urgente para hacer frente al cambio climático y eliminar la inseguridad alimentaria y la malnutrición en las zonas de montaña.

    También pidió que se adoptaran políticas para mejorar la capacidad de recuperación de los ecosistemas de montaña y la promoción de los sistemas alimentarios sostenibles que apoyen la innovación, la investigación y la participación de la comunidad.

    “En última instancia, el objetivo de este estudio es hacer un llamamiento a los encargados de la adopción de decisiones y otros interesados para que fortalezcan la acción cooperativa a fin de reducir la vulnerabilidad de los habitantes de las montañas, en particular las comunidades locales y los pueblos indígenas, y de los más vulnerables entre ellos, a menudo las mujeres y los niños”, según indica el estudio.

    Fuente: ONU 11 de diciembre de 2020