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OPS – Nuevo informe identifica cuatro formas de reducir los riesgos para la salud de los contaminantes climáticos

 

 

 

Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la urgente necesidad de reducir las emisiones del carbono negro, el ozono y el metano, así como el dióxido de carbono, los cuales contribuyen al cambio climático. Frecuentemente descritos como contaminantes de vida corta (SLCP por su sigla en inglés), éstos no sólo producen un fuerte efecto de calentamiento global, sino que contribuyen de manera significativa a los más de 7 millones de muertes prematuras al año relacionadas con la contaminación del aire.

 

El informe, “Reduciendo el riesgo a la salud a nivel mundial mediante la mitigación de contaminantes del clima de vida corta “, producido en colaboración con la Coalición de Clima y Aire Limpio para Reducir Contaminantes Climáticos de Vida Corta, revela que las intervenciones para reducir los SLCPs pueden reducir la carga de enfermedad y muerte, y contribuir a la seguridad alimentaria, a mejorar la dieta y a aumentar la actividad física.

 

“Cada día, estos contaminantes amenazan la salud de los hombres, mujeres y niños”, dijo Flavia Bustreo, Subdirectora General de la OMS. “Por primera vez, este informe recomienda acciones que los países, los ministerios de salud y medio ambiente, y las ciudades pueden tomar para reducir las emisiones, proteger la salud y evitar las enfermedades y muertes prematuras, que a menudo afectan en mayor medida a los más vulnerables”, indicó.

 

El informe se basa en una evaluación de 2011 del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial, que calculó que un despliegue global de 16 medidas para reducir las emisiones de carbono negro, ozono, metano y dióxido de carbono, impedirían un promedio de 2,4 millones de muertes prematuras al año para 2030. Nuevas estimaciones podrían elevar este número a 3,5 millones de vidas salvadas anualmente para 2030, y entre 3 y 5 millones de vidas al año para 2050. Estas proyecciones toman en cuenta los últimos datos de la OMS sobre muertes relacionadas con contaminación del aire, así como algunas nuevas medidas de SLCP.

 

“Se requiere actuar rápidamente para reducir el carbono negro, el metano, y otros precursores de ozono”, dijo Helena Molin Valdés, jefa de la Coalición de Clima y Aire Limpio del Programa de Naciones Unidas de Medio Ambiente (PNUMA). “Sabemos que cuanto antes empecemos a reducir estos contaminantes, más pronto se aliviarán las presiones sobre el clima y la salud humana”, indicó.

 

 

 

 

Fuente: OPS 22.Octubre.2015