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SAGARPA – Acuicultura, actividad que brinda seguridad alimentaria

Acuicultura, actividad que brinda seguridad alimentaria

  • La acuacultura es uno de los principales sectores de producción de alimentos de origen animal, pues es el cultivo de organismos acuáticos en zonas costeras e interiores, que implica intervenciones en el proceso de cría para aumentar su producción

    Esta actividad abarca todos los tipos de explotación de animales acuáticos y plantas de agua dulce y salada, su objetivo es conseguir una producción controlada de bienes alimenticios para mejorar el abastecimiento del consumo.

    Según la FAO, la acuacultura es el sector de producción de alimentos de más rápido crecimiento y representa ahora el 50% del pescado destinado a la alimentación a nivel mundial.

    La Maricultura es la rama especializada de la acuacultura que implica el cultivo de organismos marinos para la alimentación y otros productos derivados. En nuestro país, el desarrollo comercial de esta actividad inicia a principios de los años 70 con la producción de tilapia, carpa y trucha arcoíris. La actividad progresó a finales de los años 80 con el avance en el cultivo de camarón.

    En el 2018, la participación en el volumen de producción por maricultura ascendió a 2 millones 159.6 mil toneladas de peso vivo, de los cuales 17.3% proviene de acuacultura, dentro de la cual 77% tiene su origen en la maricultura. El litoral del pacífico contribuye con 87.9% del volumen de producción, mientras que el Golfo de México y el Caribe aportan 12.1% Entre las principales especies se encuentran el ostión con 13.9%, camarón con 79.6%, Atún con 5.5% y otras especies con el 10%.

    En nuestro país, la importancia de la acuacultura radica en que, al ser una actividad con procesos productivos específicos, como la captura y cultivo, se capacita a productores a lo largo del país y se realiza de forma comunitaria. Tiene tres etapas de producción, la captura y cría, engorda, la cual se subdivide en sistema extensivo, semi intensivo e intensivo y finalmente, el afinamiento para la comercialización.

    Esta actividad contribuye al crecimiento y estabilidad del sistema alimentaria, ayuda a la conservación de especies acuáticas y promueve la disminución de impactos ambientales. Además, es una práctica que produce alimentos de alto valor nutritivo para el consumo humano.

    Fuente: INEGI 30 de octubre de 2020