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SIAP – 17 de Octubre: Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza

17 de Octubre: Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza

  • Un llamado a reducir la pobreza y elevar en nivel de vida de las poblaciones rurales del mundo

    Hace aproximadamente una década –en 2011– el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), señalaba que a pesar del cambio histórico que estaba registrando el orbe hacia la urbanización, la pobreza –y en especial la pobreza extrema– todavía seguía siendo en buena medida un problema rural y que era muy probable, que de no formularse las políticas adecuadas para cambiar estas condiciones, la mayoría de los pobres del mundo seguirían viviendo en las zonas rurales durante muchos decenios más.

    Visto hoy, pareciera que el pronóstico de esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se cumplió, a pesar del optimismo que por un momento ofrecieron algunos datos de reducción de la pobreza rural en diversas regiones del globo.

    El más reciente Reporte Social Mundial: reconsiderando el desarrollo rural, de la ONU, no sólo pone el tema nuevamente en la agenda pública internacional, sino que nos recuerda, que el desafío por reducir la pobreza en el mundo rural sigue siendo una cuestión pendiente a la que hay que poner especial atención. Sobre todo, si consideramos que en los tiempos más recientes, nuevos factores como: los conflictos, la ralentización de la economía global y por supuesto, la pandemia del coronavirus, están por revertir décadas de progreso del desarrollo y exacerbar con ello, las desigualdades y dificultar aún más, la tarea por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

    El reporte de la ONU nos trae a la memoria cifras que no podemos soslayar:

  • Alrededor del 67% de la población de los países de ingresos bajos y el 60 por ciento de los países de ingresos medianos bajos son rurales.

  • Las áreas rurales contienen la mayor parte del capital natural del planeta, que actualmente se está agotando y degradando.

  • Además, alrededor del 80 por ciento de las personas que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza viven en zonas rurales.

  • Aproximadamente una quinta parte de la población rural del mundo vive en la pobreza extrema, una tasa que es cuatro veces mayor que la de la población urbana.

    En este contexto, el Informe hace un llamado para reconsiderar el desarrollo rural, con el objetivo de poner fin a la brecha rural-urbana y proteger mejor la salud del planeta. Subraya la necesidad de renovar y promover un nuevo modelo de desarrollo rural, si es que queremos reducir la pobreza y elevar el nivel de vida de la población rural, así como también, mitigar las consecuencias adversas del ambiente y el del cambio climático.

    El documento enfatiza que el desarrollo rural es fundamental para lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y que representa al mismo tiempo, una condición básica del principio rector de la Agenda de no dejar a nadie atrás. Es por ello que debe ser reconsiderado y que en lugar de ser visto como un espectáculo secundario o un apéndice del desarrollo urbano, el desarrollo rural debe colocarse en el centro de los esfuerzos globales.

    Varios factores clave han hecho que sea urgente reconsiderar el papel y las estrategias del desarrollo rural:

  • En primer lugar, los profundos desafíos de la pobreza y la desigualdad persisten en las zonas rurales, alrededor de cuatro de cada cinco personas viven por debajo de la línea internacional de pobreza por ingresos. De igual forma, las poblaciones rurales tienen menos acceso a la educación, la salud y otros servicios. En algunos países, estas disparidades rural-urbanas contribuyen al descontento y la polarización en la sociedad.

  • En segundo lugar, las estrategias actuales de desarrollo rural deben transformarse y adecuarse -a través de acciones concretas- para proteger la salud del planeta. La pérdida continua de bosques y áreas silvestres contribuye al cambio climático, pero es igualmente factible que sea una de las razones del aumento de la frecuencia de enfermedades zoonóticas, como la COVID-19. El cambio climático, a su vez, está teniendo mayores efectos adversos en la agricultura y las economías rurales, creando así un círculo vicioso.

  • Y en tercer lugar, el advenimiento y la difusión de las tecnologías digitales y otras tecnologías de frontera, están cambiando los fundamentos de la actual división rural-urbana. El rápido progreso tecnológico –pero en específico- una política pública adecuada y un esfuerzo internacional conjunto, pueden crear la posibilidad de reducir las brechas y aprovecharlas en su mayor capacidad en favor del desarrollo de las comunidades rurales.

    Es indudable que se requiere un esfuerzo concertado para aprovechar el potencial de la población rural y los recursos rurales, que permitan garantizar el desarrollo sostenible en general y alcanzar los ODS en particular. Ese esfuerzo debe basarse en el principio de mejorar las vidas y los medios de subsistencia de las poblaciones rurales, y sin sacrificar la sostenibilidad ambiental. En este Día Internacional de la Erradicación de Pobreza, el ámbito rural debe estar en primer lugar.

    Fuente: SIAP 17 de octubre de 2022