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UNEP – Ciudades y municipios pioneros en innovación y adaptabilidad

 

 

 

El planeta podría evitar los costos financieros y ambientales del agotamiento de recursos y ahorrar grandes sumas de dinero a través de un aumento de la eficiencia – Un nuevo informe de la ONU nos muestra cómo

 

 

Los costos financieros y ambientales por el agotamiento de los recursos están empezando a afectar al crecimiento económico en todo el mundo. Por ello, los  países necesitan encontrar estrategias para manejar unos recursos finitos satisfaciendo al tiempo las necesidades de una población mundial en crecimiento y cada vez más urbana. Si desde las políticas públicas se incorporan unos patrones de consumo y producción sostenibles en la planificación y la implementación nacional del desarrollo, será más fácil y más barato producir bienes y servicios de manera más eficiente, con menores riesgos para la humanidad y el medio ambiente.

 

Estudios recientes muestran que una mayor eficiencia puede contribuir a reducir la demanda energética entre un 50 y 80 por ciento en la mayoría de los sistemas de producción y en los servicios públicos. En algunos sectores como la construcción, la agricultura, la hotelería, la industria y el transporte, sería comercialmente viable alcanzar entre un 60 y 80 por ciento de mejora en la eficiencia energética y del agua.

 

Los medios para lograrlo se presentan por primera vez en una guía del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) titulada “Producción y consumo sostenibles: Un manual para hacedores  de políticas”, lanzada con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.

 

El manual contiene datos muy convincentes tanto relativos al impacto de unos patrones de consumo y de producción no sostenibles, como a los beneficios en términos de eficiencia que traería la incorporación de patrones sostenibles de producción y consumo.

 

Los 1.200 millones de personas que se estima siguen todavía viviendo en la pobreza extrema, dependen del capital natural, y su riqueza se deriva de actividades relacionadas con la naturaleza en mucha mayor medida que los ricos. La población de bajos ingresos extrae casi un tercio de su riqueza del capital natural, mientras que la de altos ingresos depende aproximadamente cuatro veces menos del capital natural.

 

Los servicios ambientales, como la captación de agua por los manglares y otros bienes no comerciables, pueden representar hasta un 47 por ciento en la India o un 90 por ciento en Brasil del llamado “PIB de los pobres”, destacando su vulnerabilidad a la contaminación y al cambio climático. Es, por lo tanto, esencial adoptar unos patrones de consumo y producción sostenibles para mejorar las vidas de las personas que viven en la pobreza. 

 

El subsecretario general de la ONU y director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, declaró que “Los últimos 50 años han sido testigo de una rápida transformación de nuestra relación con el mundo natural el uso cada vez mayor de los recursos naturales está llevando a la degradación ambiental. Estamos funcionando aproximadamente con un 40 por ciento por encima del “presupuesto” de la Tierra. De mantenerse las tendencias de población y consumo en el modelo actual (business as usual), los niveles de extracción anual de recursos del año 2000 podrían triplicarse hasta los 140.000 millones de toneladas para el año 2050.”

 

“Debemos preguntarnos cuáles serán las consecuencias de este ritmo de consumo y de esta trayectoria de crecimiento de la población, que se calcula podría llegar a los 9.000 millones de personas en 2050.”

 

 

 

Fuente: PNUMA 04.Junio.2015