Las personas desplazadas en el mundo superan los 120 millones mientras los fondos disminuyen

A finales de 2024, 123,2 millones de personas habían debido desplazarse, una cifra récord impulsada en gran medida por los conflictos prolongados en Sudán, Myanmar y Ucrania. 73,5 millones de personas están desarraigadas en sus propios países, y 42,7 millones se han refugiados más allá de sus fronteras.

 

El último informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Global Trends, pone de relieve la magnitud del problema, señalando unos desplazamientos “insosteniblemente altos”, pero también contiene “rayos de esperanza”, a pesar del impacto inmediato de los recortes de ayuda en las capitales de todo el mundo este año.

 

Unas 73,5 millones de personas en todo el mundo han huido dentro de sus propios países, y de los 42,7 millones de refugiados que viven más allá de sus fronteras, el 73% están acogidos en países de ingresos bajos y medios, y el 67% en países vecinos.

 

Aunque los 8,2 millones de desplazados internos que regresan a sus hogares representan la segunda cifra más alta registrada en un solo año, el informe señala que los retornados siguen teniendo dificultades.

 

El informe subraya que los retornos deben ser voluntarios y que hay que mantener la dignidad y la seguridad de los retornados una vez que llegan a su zona de origen. Para ello es necesario consolidar la paz a largo plazo y avanzar hacia un desarrollo sostenible más amplio.

 

El informe explica que esta falta de aumento de los recursos financieros pone en peligro a comunidades desplazadas, ya de por sí vulnerables, y desestabiliza aún más la paz regional.

 

 

 

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