Reporte trimestral del Producto Interno Bruto Agroalimentario

Reporte trimestral del Producto Interno Bruto Agroalimentario

Primer trimestre de 2025

 

  • Por su parte, el PIB agroalimentario registró un avance de 0.4% tanto trimestral como anual, también con datos ajustados por estacionalidad, reflejando estabilidad en las actividades primarias, así como en los sectores de alimentos, bebidas y tabaco.

     

  • Destacó el crecimiento de la producción de frijol, así como avances en maíz grano, papa, zanahoria, cítricos y fresa. 

     

  • La proporción del valor de la producción agrícola afectado por sequía bajó de 76% a 36%, impulsando el repunte del sector.

     

  • La industria alimentaria mostró avances en mariscos, granos y lácteos, aunque con caídas en carnes y tabaco por factores externos.

     

  • La pesca y los servicios en el sector primario registraron los mayores crecimientos, apoyados por la estacionalidad del sector.

 

Durante el primer trimestre de 2025, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento de 0.2% trimestral con cifras desestacionalizadas y de 0.6% a tasa anual, según datos del INEGI. El desempeño agregado fue impulsado principalmente por el sector primario, que mostró una expansión de 7.8% trimestral y de 6.7% anual, consolidándose como el principal motor de crecimiento en el periodo. 

 

A tasa anual, el sector primario aportó 0.21 puntos porcentuales a la variación del PIB total. En contraste, las actividades secundarias se contrajeron 1.3% anual, restando 0.24 puntos porcentuales, mientras que las terciarias crecieron 1.1% anual, con una contribución positiva de 0.77 puntos porcentuales.

 

Durante el primer trimestre de 2025, el sector primario mostró un desempeño sólido, apoyado en mejores condiciones climáticas, un repunte en la producción de cultivos estratégicos y una menor exposición a la sequía. Estos factores contribuyeron a una recuperación sostenida en diversas ramas agroalimentarias. 

 

La evolución del PIB agroalimentario refleja una tendencia de estabilidad, con crecimientos moderados en la producción primaria y avances puntuales en la industria de alimentos y bebidas. De mantenerse este entorno, el sector podría mantener un ritmo positivo en los siguientes trimestres, fortaleciendo su papel en la economía nacional y en la seguridad alimentaria del país.

 

 

 

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