Generar más con menos: Aumentar la eficiencia energética para promover el crecimiento y la seguridad energética

 

En el informe: "Generar más con menos: Aumentar la eficiencia energética para promover el crecimiento y la seguridad energética", se argumenta que los Gobiernos deben situar la eficiencia energética en el centro de las políticas y la planificación energéticas. Se indica, además, que la eficiencia energética puede generar numerosos beneficios socioeconómicos, entre ellos la reducción de la pobreza energética y el gasto público, el aumento de la resiliencia y la disminución de la contaminación.

 

Las medidas de eficiencia energética pueden reducir significativamente las futuras inversiones en suministro de energía, al permitir que un país de ingreso mediano típico tenga la capacidad de ahorrar hasta USD 11 600 millones en energía para 2050. También pueden impulsar la competitividad y crear empleos. En 2022, el subsector de la eficiencia energética dio empleo a más de 11 millones de personas en todo el mundo en áreas que abarcaron desde la manufactura y la construcción hasta la instalación y los servicios de apoyo, convirtiéndose en la mayor fuente de trabajo en todo el sector de la energía.

 

Dado que casi dos tercios de la energía primaria del mundo no se utiliza de manera productiva, en el informe se insta a los Gobiernos, las instituciones financieras y el sector privado a priorizar la eficiencia energética y pasar de proyectos piloto de pequeña escala a programas nacionales para todos los usuarios: las instalaciones públicas, los hogares y la industria. Estos esfuerzos ayudarán a los países a gestionar la creciente demanda de energía, prevenir gastos excesivos en nueva infraestructura energética, reducir las importaciones de combustibles y disminuir la deuda futura de sus sectores energéticos. Sin embargo, la eficiencia energética representa solo una fracción de las inversiones en energía en las economías emergentes. La voluntad política y las políticas de apoyo son escasas, y el financiamiento insuficiente y la información poco fiable también obstaculizan los avances. Los países de ingreso bajo y mediano bajo enfrentan las barreras más graves debido a los costos de capital elevados y el acceso limitado al financiamiento, lo que les dificulta la tarea de invertir en eficiencia energética.

 

En el informe se pone de relieve que para liberar todo el potencial de la eficiencia energética se requerirá un esfuerzo concertado de los Gobiernos, los asociados y el sector privado. Se hace hincapié en que los bancos multilaterales de desarrollo, los asociados donantes y los países clientes deben trabajar juntos para garantizar que las políticas públicas y las instituciones más sólidas den prioridad a la eficiencia energética. La asistencia técnica y el financiamiento pueden ayudar a los países, con el paso del tiempo, a hacer la transición de sus proyectos de menor escala hacia programas nacionales. Estos esfuerzos enviarán una poderosa señal al mercado, el cual a su vez puede atraer nuevos proveedores, promover la competencia y, por consiguiente, reducir los precios para todos los consumidores y movilizar financiamiento comercial.

 

 

 

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