
La cada vez mayor población juvenil tiene un enorme potencial y es esencial para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. Pese a ello, los jóvenes afrontan numerosos obstáculos a la hora de obtener medios de subsistencia y acceder a trabajos decentes en los sistemas agroalimentarios.
El acceso de los jóvenes de varios países en desarrollo a la educación y formación de calidad es a menudo escaso; en otros casos, los sistemas educativos y formativos suelen funcionar independientemente del mercado laboral. La juventud también afronta obstáculos relacionados con el acceso a la tierra, los recursos naturales, la financiación, las tecnologías, los conocimientos y la información, además de oportunidades insuficientes para participar en los diálogos de políticas y estratégicos. Por todos estos factores, a los jóvenes se les dificulta aprovechar las oportunidades para mejorar sus vidas y contribuir a la economía rural.
Un principio central de la Agenda 2030, cuyo carácter universal implica que se debe tener en cuenta la juventud en todos los objetivos y metas, es la garantía de que “nadie se quedará atrás”.
La FAO ayuda a los países a elaborar políticas, estrategias, inversiones y programas más inclusivos con la juventud a fin de mejorar el bienestar general de los y las jóvenes. A través de programas y actividades específicos, la Organización:
Apoya la participación de la juventud en la transformación rural, en particular mediante la promoción de espacios seguros para su participación en los diálogos sobre políticas;
Fomenta el empleo juvenil en una economía verde inclusiva, a través de la asistencia para las políticas, la sensibilización, enfoques que tienen en cuenta a la juventud y la generación de datos objetivos;
Fortalece las capacidades de los jóvenes en zonas rurales para el uso de tecnologías y enfoques innovadores en los sistemas alimentarios;
Promueve los servicios rurales en favor de la juventud y los emprendedores agrícolas jóvenes, en particular mediante el desarrollo de la capacidad y la facilitación del acceso a los insumos, la tierra, los planes y los mercados financieros;
Refuerza la resiliencia de la juventud en contextos frágiles y los apoya como agentes clave de la paz, creando espacios en los que pueden manifestar sus retos y necesidades de manera constructiva y participativa.