La OMS publica su nuevo informe "Salvar vidas, reducir el gasto"

Junto con el informe, la OMS presenta un nuevo análisis de la reducción de la mortalidad por estas enfermedades lograda por los países entre 2010 y 2019. Aunque en el 82 % de los países se registraron descensos durante este periodo, el índice de progreso se ha ralentizado considerablemente en la mayoría de las regiones, e incluso algunos países han experimentado un repunte de la mortalidad.

 

Las ENT causan la mayoría de las muertes a nivel mundial, mientras que más de mil millones de personas viven con trastornos mentales. Lo que resulta más preocupante es que casi el 75 % de las defunciones relacionadas con las ENT y los trastornos mentales —unos 32 millones al año— se producen en países de ingresos bajos y medianos.

 

Las ENT comprenden las enfermedades cardiovasculares (como el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares), el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes, entre otras. En cuanto a los trastornos de salud mental, como la ansiedad y la depresión, son muy frecuentes en todos los países y grupos poblacionales, y afectan a todas las edades y niveles de ingresos. Si no se adoptan medidas urgentes y sostenidas para hacerles frente, millones de personas seguirán perdiendo la vida prematuramente.

 

Los avances más marcados se lograron gracias a la disminución de las enfermedades cardiovasculares y de determinados tipos de cáncer, como el colorrectal y el de estómago en ambos sexos, los de cuello uterino y mama en las mujeres, y los de pulmón y próstata en los hombres. En cambio, los cánceres de páncreas e hígado y las enfermedades neurológicas contribuyeron a aumentar la mortalidad en muchos países.

 

Las soluciones para hacer frente a las ENT y promover la salud mental y el bienestar son asequibles y dan muy buenos resultados. Sin embargo, los gobiernos están sometidos de forma constante a las presiones de sectores poderosos cuyas actividades favorecen la aparición de enfermedades. Las empresas que fabrican productos de tabaco, bebidas alcohólicas y alimentos ultraprocesados intentan a menudo bloquear, debilitar o retrasar la aplicación de políticas que salvan vidas, como los impuestos por motivos de salud y las restricciones de la publicidad dirigida a los niños.

 

La OMS hace un llamado a los dirigentes, sus asociados y las comunidades para que promuevan medidas concretas, entre ellas:

  • financiar y aplicar las mejores inversiones de la OMS, adaptadas a las necesidades nacionales;

  • aplicar impuestos al tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas;

  • reforzar la atención primaria en materia de prevención, detección precoz y tratamiento;

  • proteger a los niños de la publicidad nociva;

  • ampliar el acceso a medicamentos y tecnologías esenciales;

  • asegurarse de destinar fondos a estas medidas mediante los presupuestos nacionales, impuestos por motivos de salud y ayudas específicas;

  • fijar metas ambiciosas y supervisar los progresos con mecanismos rigurosos de rendición de cuentas; y

  • frenar la injerencia de las empresas en las políticas de salud.

 

 


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