Más de 400 millones de niños y niñas en todo el mundo viven en la pobreza

 

El Informe sobre el Estado Mundial de la Infancia 2025 – Poner fin a la pobreza infantil: Un imperativo universal se basa en datos de más de 130 países de ingreso mediano y bajo para evaluar el alcance de la pobreza multidimensional midiendo las privaciones de la infancia en seis ámbitos: la educación, la salud, la vivienda, la nutrición, el saneamiento y el agua. El análisis muestra que 118 millones de niños y niñas sufren tres o más privaciones, y 17 millones se enfrentan a cuatro o más.

 

El saneamiento es la carencia grave más común: el 65% de los niños y niñas no tienen acceso a un retrete en los países de ingreso bajo, frente al 26% en los países de ingreso mediano-bajo y el 11% en los países de ingreso mediano-alto. La falta de saneamiento adecuado puede aumentar la probabilidad de que los niños y niñas contraigan enfermedades.

 

La proporción de niños y niñas que sufren una o más privaciones graves en los países de ingreso mediano y bajo se redujo del 51% en 2013 al 41% en 2023, debido en gran medida a que se dio prioridad a los derechos de la infancia en las políticas nacionales y la planificación económica. Sin embargo, los avances se están estancando. Los conflictos, las crisis climáticas y medioambientales, los cambios demográficos, el aumento de la deuda nacional y la ampliación de la brecha tecnológica están agravando la pobreza. Al mismo tiempo, los recortes sin precedentes en la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) podrían agudizar la privación infantil en los países de ingreso mediano y bajo.

 

El informe incluye un análisis de 37 países de ingreso alto en el que se revela que alrededor de 50 millones de niños y niñas –es decir, el 23% de la población infantil de estos países– viven en una situación de pobreza monetaria relativa, lo que significa que sus hogares tienen ingresos significativamente inferiores a los de la mayoría de los demás hogares de su país. Esta situación puede limitar su capacidad para participar plenamente en la vida diaria de sus sociedades.

 

El Estado Mundial de la Infancia 2025 destaca que hay muchas probabilidades de acabar con la pobreza infantil y subraya la importancia de que los derechos de la infancia se conviertan en el elemento central de todas las estrategias, políticas y acciones gubernamentales destinadas a reducir la pobreza, tal y como se indica en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. Para lograr esta tarea es preciso tomar las medidas siguientes:

 

  • Convertir la erradicación de la pobreza infantil en una prioridad nacional.

     

  • Integrar las necesidades de la infancia en las políticas económicas y la planificación presupuestaria.

     

  • Ofrecer programas de protección social que incluyan ayuda económica a las familias.

     

  • Ampliar el acceso a servicios públicos esenciales, como la educación, la atención sanitaria, el agua, el saneamiento, la nutrición y la vivienda.

     

  • Promover el trabajo digno para los progenitores y cuidadores a fin de reforzar su seguridad económica, que está estrechamente relacionada con el progreso de la infancia. 

 

 

 

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