CEPAL presenta el informe anual Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025

 

En su informe anual Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025: Cómo salir de la trampa de alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social, presentado hoy, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advierte que la concentración del ingreso sigue siendo extrema en América Latina, ya que el 10% más rico capta el 34,2% del ingreso total, mientras que el 10% más pobre solo alcanza el 1,7%, aunque esta es solo una de las dimensiones en las que se manifiesta la desigualdad en la región, al tratarse de un fenómeno estructural y multidimensional, recalcó el organismo regional de las Naciones Unidas.

 

El Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025 informa que el 25,5% de la población latinoamericana (162 millones de personas) se encontraba en situación de pobreza por ingresos en 2024, lo que significa una disminución de 2,2 puntos porcentuales respecto de 2023 y de más de 7 puntos porcentuales en comparación con 2020, en plena pandemia de COVID-19. De esta forma, la incidencia de la pobreza monetaria observada en 2024 en la región constituye el valor más bajo desde que hay datos comparables. 

 

Por su parte, la pobreza extrema afectó al 9,8% de la población (62 millones de personas) en 2024, lo que representa 0,8 puntos porcentuales menos que el año anterior, pero 2,1 puntos porcentuales por encima de la tasa registrada en 2014, cuando se alcanzó el nivel más bajo de las últimas tres décadas.

 

El Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025 presenta una nueva metodología: el índice bidimensional de desigualdad de oportunidades educativas para la región, que combina cobertura con resultados de aprendizaje. Aunque este índice disminuyó en casi todos los países de la región, el promedio de América Latina más que duplicaba al de la OCDE en 2022, lo que genera obstáculos para la movilidad social intergeneracional en la región, dice la CEPAL.

 

En términos de cobertura, se subraya, por ejemplo, que el 28% de los jóvenes de 20 a 24 años no había terminado la secundaria en 2023 en América Latina, con una brecha de 37 puntos porcentuales entre quintiles extremos de ingresos. Por otra parte, en términos de rezago y segregación educativa, el 71,2% de los estudiantes de 15 años no alcanzó en 2022 competencias básicas en matemáticas (86,7% en el cuartil socioeconómico inferior y 47,3% en el superior), y el 77% de los estudiantes de 15 años de escuelas públicas de la región no logró el nivel mínimo en matemáticas, frente al 46% de escuelas privadas (PISA 2022).

 

Finalmente, la publicación informa que en 2024 el gasto social del gobierno central alcanzó el 11,6% del PIB en América Latina, y 11% del PIB en el Caribe, niveles muy similares a los registrados en 2023. En la región, el gasto público social per cápita alcanzó un promedio de 1.326 dólares en 2024, un incremento de 2,9% respecto de 2023, superando los niveles prepandemia, pero con importantes diferencias entre subregiones y países.

 

Si bien el informe destaca el fortalecimiento de la institucionalidad social (entre 1995 y 2025 aumentó de 10 a 23 el número de países con Ministerio de Desarrollo Social), el avance es aún insuficiente. Una estrategia clave para salir de la trampa de alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social es robustecer las capacidades institucionales técnicas, operativas, políticas y prospectivas (TOPP) de las instituciones encargadas de las políticas sociales de los países, así como el financiamiento para estas políticas, concluye la CEPAL.

 

 

 

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