El índice de precios de los alimentos de la FAO, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de una canasta de productos alimenticios comercializados a escala mundial, se situó en noviembre en un promedio de 125,1 puntos, es decir, un 1,2 % por debajo de su nivel revisado de octubre. El índice ha disminuido por tres meses consecutivos, situándose un 2,1 % por debajo del nivel de noviembre de 2024 y un 21,9 % por debajo del máximo alcanzado en marzo de 2022.
El índice de precios de los cereales de la FAO aumentó un 1,3 % durante el mes. Pese a la situación en general cómoda de la oferta y los informes sobre buenas cosechas en la Argentina y Australia, los precios mundiales del trigo subieron un 2,5 % en noviembre, respaldados por el posible interés de China en los suministros procedentes de los Estados Unidos de América, la continuación de las hostilidades en la región del Mar Negro y expectativas de una reducción de la superficie sembrada para la cosecha de 2026 en la Federación de Rusia. Los precios internacionales del maíz también subieron, debido a la firme demanda de suministros brasileños, mientras que el índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz disminuyó ante la atonía de la demanda de importaciones de las variedades de arroz índica y arroz aromático.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO descendió un 2,6 % desde octubre, ya que las caídas de las cotizaciones de los aceites de palma, colza y girasol compensaron con creces el modesto aumento de los precios del aceite de soja, que se vieron sostenidos por la fuerte demanda del sector del biodiésel, especialmente en el Brasil.
El índice de precios de la carne de la FAO se redujo un 0,8 % respecto de su nivel revisado de octubre. Los precios mundiales de la carne de aves de corral descendieron ante la abundancia de suministros exportables y la intensificación de la competencia mundial, lo que refleja en parte los esfuerzos del Brasil por recuperar su cuota de mercado tras levantarse las prohibiciones comerciales en relación con la gripe aviar altamente patógena impuestas por los principales países importadores. Los precios de la carne de cerdo también disminuyeron, fundamentalmente a causa de la abundancia de suministros en la Unión Europea y la atonía de la demanda por parte de China tras la introducción de derechos de importación. Las cotizaciones internacionales de la carne de bovino se mantuvieron mayormente estables, mientras que los precios de la carne de ovino aumentaron.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO disminuyó un 3,1 % en noviembre, principalmente a raíz de la bajada de las cotizaciones de la mantequilla y la leche entera en polvo. Esta disminución obedeció a la subida de la producción lechera y a la abundancia de suministros para la exportación en las principales regiones productoras.
El índice de precios del azúcar de la FAO disminuyó un 5,9 % desde octubre, como consecuencia de las expectativas de abundantes suministros en el mundo durante la campaña actual y las fuertes tendencias hacia la producción en el Brasil, la India y Tailandia.