
A nivel mundial, durante 2024 se notificaron 977.000 casos de tosferina, casi 6 veces más que los 167.407 reportados en 2023. Las regiones más afectadas fueron el Pacífico Occidental (591.193 casos) y Europa (296.543 casos).
En la región de las Américas, la tendencia fue similar. Tras alcanzar en 2022 el número más bajo registrado (3.284 casos), los casos aumentaron significativamente en 2023 (11.202 casos) y en 2024 (66.184 casos). En 2025, entre enero y noviembre, diez países —seleccionados para la actualización epidemiológica— reportaron incrementos respecto a años anteriores. Los datos completos de toda la región para 2025 estarán disponibles en 2026.
Durante la pandemia de COVID-19, la cobertura de vacunación contra la tosferina cayó a los niveles más bajos en dos décadas, con 87% para la primera dosis (DTP1) y 81% para la tercera dosis (DTP3). En 2024, la cobertura se recuperó parcialmente a 89% y 87%, respectivamente, aunque persisten disparidades entre y dentro de los países.
La OPS recomienda que los países alcancen y mantengan coberturas iguales o superiores al 95% con las tres dosis de la vacuna DPT en niños menores de 1 año, así como los refuerzos durante la infancia y la adolescencia para prevenir brotes. En 2024, 21 países lograron coberturas iguales o superiores al 95% para DTP1, diez entre 90% y 94%, diez entre 80% y 89% y cuatro por debajo del 80%, lo que evidencia la necesidad de seguir fortaleciendo la vacunación en toda la región.
La OPS insta a los países de la región a:
Fortalecer la vigilancia epidemiológica y la confirmación de casos por laboratorio.
Asegurar coberturas de vacunación superiores al 95% en niños y aplicar refuerzos en mujeres embarazadas y trabajadores de la salud, priorizando personal de maternidad y cuidadores de lactantes.
Implementar medidas de aislamiento respiratorio para casos sospechosos o confirmados y garantizar tratamiento antibiótico oportuno.
Difundir mensajes de prevención y diagnóstico temprano dirigidos a profesionales de la salud y la población general.