El aumento de brotes de enfermedades prevenibles con vacunas pone en riesgo años de progreso

Los brotes de enfermedades prevenibles con vacunas, como el sarampión, la meningitis o la fiebre amarilla, están en aumento en todo el mundo. Al mismo tiempo, otras enfermedades que parecían controladas —e incluso casi erradicadas en muchos países—, como la difteria, podrían volver a resurgir. Frente a esta realidad, las agencias internacionales hacen un llamamiento urgente a los gobiernos y a la comunidad global para reforzar los programas de inmunización y proteger los avances alcanzados en la reducción de la mortalidad infantil durante los últimos 50 años

 

El sarampión, en particular, ha experimentado un fuerte repunte. Desde 2021, el número de casos ha ido en aumento año tras año, tras la caída en la cobertura de vacunación durante y después de la pandemia de COVID-19. En 2023 se registraron 10,3 millones de casos de sarampión, un 20 por ciento más que en 2022. Las agencias internacionales advierten de que esta tendencia probablemente continuó en 2024 y lo seguirá haciendo en 2025, ya que los brotes siguen intensificándose a nivel mundial. En los últimos 12 meses, 138 países han reportado casos de sarampión, y 61 de ellos han enfrentado brotes grandes o disruptivos, la cifra más alta registrada en un periodo de 12 meses desde 2019.

 

En África, los casos de meningitis crecieron notablemente en 2024, y esta tendencia al alza ha continuado en 2025. Solo en los primeros tres meses de este año, se registraron más de 5.500 casos sospechosos y cerca de 300 muertes en 22 países. Esto se suma a los aproximadamente 26.000 casos y casi 1.400 muertes contabilizadas en 24 países durante el año pasado.

 

Los casos de fiebre amarilla también aumentaron en el continente africano durante 2024, con 124 casos confirmados en 12 países. Esto ocurre después de una fuerte disminución de la enfermedad en la última década, gracias a las reservas globales de vacunas y su inclusión en los programas de inmunización rutinarios. En América Latina también se han confirmado brotes desde principios de este año, con un total de 131 casos en cuatro países.

 

El número de niños y niñas que no reciben sus vacunas rutinarias se ha incrementado en los últimos años, a pesar de los esfuerzos de muchos países por vacunar a aquellos que se quedaron sin inmunizar durante la pandemia. En 2023, se estima que 14,5 millones de niños no recibieron ninguna de sus vacunas básicas, frente a los 13,9 millones de 2022 y los 12,9 millones de 2019. Más de la mitad de estos niños y niñas viven en países afectados por conflictos, fragilidad o inestabilidad, donde el acceso a los servicios básicos de salud suele estar interrumpido.

 

Será crucial seguir invirtiendo de manera continuada en la iniciativa lanzada en 2023 para vacunar a los niños y niñas que se quedaron sin inmunizar durante la pandemia de COVID-19, así como en los demás programas de vacunación rutinaria.

 

 

 

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