
Un nuevo estudio conjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Instituto Nacional de Investigación de Polonia (NASK) concluye que uno de cada cuatro empleos en el mundo está potencialmente expuesto a la inteligencia artificial generativa (IA generativa), aunque la transformación, y no la sustitución, es el resultado más probable.
El informe, publicado bajo el título "La IA generativa y los empleos: un índice global refinado de exposición ocupacional", presenta la evaluación global más detallada hasta la fecha sobre cómo la IA generativa puede remodelar el mundo del trabajo. El índice ofrece una visión única y matizada de cómo la IA podría transformar las ocupaciones y el empleo en distintos países, combinando cerca de 30.000 tareas ocupacionales con validación de expertos, puntuación asistida por IA y microdatos armonizados de la OIT.
Los principales hallazgos del informe incluyen:
Nuevos “gradientes de exposición”, que agrupan las ocupaciones según su nivel de exposición a la IA generativa, permiten a los responsables políticos distinguir entre los empleos con alto riesgo de automatización total y aquellos que probablemente evolucionen mediante la transformación de tareas.
El 25 % del empleo mundial se encuentra en ocupaciones potencialmente expuestas a la IA generativa, con porcentajes más altos en los países de altos ingresos (34 %).
La exposición entre las mujeres sigue siendo significativamente mayor. En los países de altos ingresos, los empleos con mayor riesgo de automatización representan el 9,6 % del empleo femenino, en contraste con el 3,5 % de esos empleos entre los hombres.
Los trabajos administrativos son los más expuestos, debido a la capacidad teórica de la IA generativa para automatizar muchas de sus tareas. Sin embargo, las crecientes capacidades de la IA generativa también aumentan la exposición de ciertos trabajos cognitivos altamente digitalizados en sectores como los medios de comunicación, el software y las finanzas.
La automatización completa del empleo, sin embargo, sigue siendo limitada, ya que muchas tareas, aunque pueden realizarse con mayor eficiencia, aún requieren intervención humana. El estudio destaca posibles trayectorias divergentes entre ocupaciones acostumbradas a transformaciones digitales rápidas —como los desarrolladores de software— y aquellas donde la escasa formación digital podría tener efectos más negativos.
Las políticas que guíen las transiciones digitales serán un factor determinante para saber hasta qué punto los trabajadores podrán permanecer en ocupaciones que se están transformando debido a la IA, y cómo esta transformación afectará a la calidad del empleo.
El estudio de la OIT y NASK subraya que las cifras reflejan una exposición potencial, no pérdidas reales de empleo. Las limitaciones tecnológicas, las carencias en infraestructuras y la falta de competencias implican que la aplicación variará ampliamente entre países y sectores. Los autores destacan que es más probable que la IA generativa transforme los trabajos en lugar de eliminarlos.