Una marea en ascenso, pero con crecientes riesgos

La última edición de la actualización del comercio mundial de ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) examina la economía de los océanos, un motor vital del comercio mundial que ahora se encuentra bajo la creciente presión de las crisis medioambientales y geopolíticas.

 

Un nuevo análisis revela que los sectores basados en los océanos, como el transporte marítimo, el turismo, la pesca y la energía marina, representaron el 7% del comercio mundial en 2023, con un valor combinado superior a 2,2 billones de dólares.

 

Desde los alimentos y la energía hasta el transporte y la innovación, la economía de los océanos ancla la prosperidad mundial. Pero el estrés climático, la fragmentación de las políticas y los cambios en la dinámica comercial amenazan los beneficios futuros.

 

La economía oceánica no es un nicho. Impulsa las cadenas de suministro, sostiene el empleo y los sistemas alimentarios e impulsa la innovación en todo el mundo. En medio del aumento de los aranceles y las alteraciones climáticas, mantener el flujo sostenible del comercio oceánico es fundamental para el desarrollo mundial.


Principales conclusiones

 

  • La economía de los océanos es importante en todo el mundo: En 2023, el comercio marítimo de bienes y servicios superó los 2,2 billones de dólares, es decir, el 7% del comercio mundial. Servicios como el transporte marítimo y el turismo se recuperaron más rápidamente que los bienes de los mínimos alcanzados durante la pandemia, lo que refleja una renovada demanda mundial.

     

  • Las presiones medioambientales se intensifican: La subida del nivel del mar, la contaminación por plásticos y la pérdida de biodiversidad siguen afectando a las infraestructuras portuarias, el transporte marítimo y las comunidades costeras, especialmente en las economías vulnerables.

     

  • La fragmentación del comercio es una amenaza creciente: Los nuevos aranceles corren el riesgo de interrumpir las cadenas de suministro marítimo y desviar la inversión de los sectores oceánicos sostenibles.

     

  • La reforma política debe liderar: UNCTAD insta a tomar medidas para modernizar las infraestructuras marítimas, poner fin a las subvenciones que perjudican a los ecosistemas oceánicos, colmar las lagunas jurídicas en aguas abiertas y permitir un comercio más justo entre los países en desarrollo.

 

 

 

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