El índice de precios de los alimentos de la FAO cae en mayo por la bajada de los precios de los cereales, el azúcar y los aceites vegetales

 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó que el indicador de referencia de los precios mundiales de los productos alimenticios había caído en mayo debido a que los pronunciados descensos en las cotizaciones internacionales del maíz y el aceite de palma habían contrarrestado los precios de la mantequilla y la carne de bovino, históricamente elevados. 

 

 

El índice de precios de los cereales de la FAO disminuyó en mayo, en un 1,8 % desde abril y ubicándose un 8,2 % por debajo de su nivel de mayo de 2024. Los precios mundiales del maíz disminuyeron bruscamente, a raíz de las buenas cosechas y la gran disponibilidad en la Argentina y el Brasil, así como a raíz de las expectativas de una cosecha sin precedentes en los Estados Unidos de América. Los precios mundiales del trigo disminuyeron debido a la mejora de las condiciones de cultivo en el hemisferio norte, mientras que el índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz aumentó un 1,4 % en mayo, impulsado por la firme demanda de variedades aromáticas, la subida de los precios del arroz índica y las fluctuaciones monetarias. 

 

El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO disminuyó un 3,7 % desde abril y se registraron descensos en las cotizaciones de todos los aceites principales. Los precios internacionales del aceite de palma disminuyeron notablemente debido sobre todo al aumento estacional de la producción y de las disponibilidades en Asia sudoriental; los precios mundiales del aceite de soja se vieron afectados por el aumento de la oferta en América del Sur y la atonía de la demanda de materia prima para la producción de biocombustible; los precios del aceite de colza cedieron a causa de las mejores perspectivas de la oferta en la Unión Europea, mientras que los del aceite de girasol cayeron por el debilitamiento de la demanda mundial de importaciones y la menor competitividad de los precios. 

 

El índice de precios del azúcar de la FAO disminuyó un 2,6 % en mayo ante la preocupación por la incertidumbre de las perspectivas económicas mundiales, la posible mayor debilidad de la demanda de las industrias de elaboración de bebidas y alimentos y las expectativas de una recuperación de la producción mundial en la próxima campaña.

 

El índice de precios de la carne de la FAO aumentó un 1,3 % respecto de su nivel revisado de abril, como resultado del aumento de las cotizaciones de las carnes de ovino, cerdo y bovino, siendo que esta última alcanzó un nuevo máximo histórico. Por el contrario, bajaron los precios de la carne de aves de corral, impulsados por el descenso de las cotizaciones en el Brasil, donde la detección de gripe aviar altamente patógena en una explotación comercial a mediados de mayo hizo que varios de los principales países importadores impusieran prohibiciones a la importación, lo que tuvo como consecuencia una oferta excedentaria. 

 

El índice de precios de los productos lácteos de la FAO subió un 0,8 % en mayo, con la fuerte demanda de Asia que mantuvo los precios internacionales de la mantequilla en máximos históricos y estimuló la subida de los precios del queso y la leche entera en polvo. 

 

La FAO también publicó una nueva Nota informativa sobre la oferta y la demanda de cereales, en la que se prevé una producción mundial de cereales sin precedentes de 2 911 millones de toneladas en 2025, es decir, un aumento del 2,1 % respecto de 2024. Se prevé que la utilización mundial de cereales aumentará un 0,8 % en 2025/26 y ascenderá a 2 898 millones de toneladas. El consumo mundial de cereales como alimento crecerá un 0,9 %, mientras que el uso de piensos aumentará un 0,5 %. 

 

Se prevé que el comercio mundial de cereales repuntará en un 1,9 % en 2025/26 y se ubicará en 487,1 millones de toneladas, con un aumento del 3,8 % del comercio de trigo que compensará la contracción del 0,7 % del de arroz. 

 

 

 

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