
Las orientaciones promueven una comunicación y unas alianzas robustas entre las mujeres y el personal de partería, y ofrecen beneficios de eficacia probada para la salud, tanto para las mujeres como para los lactantes. Las mujeres atendidas por personal de partería fiable son estadísticamente más propensas a dar a luz mediante partos vaginales saludables y dicen estar más satisfechas con los servicios que reciben.
A pesar de los avances realizados, la mortalidad materna y neonatal sigue siendo inaceptablemente elevada, especialmente en entornos frágiles y de ingreso bajo. Distintos modelos recientes indican que el acceso universal a personal de partería capacitado podría prevenir más del 60 % de estas defunciones, lo que equivale a salvar 4,3 millones de vidas cada año de aquí a 2035.
Millones de mujeres en todo el mundo siguen dando a luz sin que las acompañe un trabajador de la salud cualificado, y un tercio se somete a menos de cuatro de los ocho controles recomendados por la OMS durante el embarazo. Los avances en la reducción de la mortalidad materna y neonatal se han estancado en gran medida desde 2016.
Las orientaciones describen varios modelos de atención de partería que pueden adaptarse, entre ellos:
La continuidad de la atención, en la que las mujeres, durante todo el embarazo, el parto y el periodo posnatal, reciben el apoyo de un profesional de partería conocido, o de un pequeño equipo de profesionales.
Los centros de maternidad dirigidos por personal de partería, instalaciones especializadas en las que el personal de partería presta atención durante el parto a mujeres con bajo riesgo de complicaciones. En ocasiones, estos centros ofrecen otros servicios, como atención prenatal y posnatal o planificación familiar.
Los enfoques basados en la comunidad, con arreglo a los cuales el personal de partería presta servicios directamente en las comunidades, por ejemplo, a través de unidades móviles o de centros de salud locales.
La práctica privada, en la que personal de partería privado trabaja de manera independiente o a través de organizaciones. Para que estos servicios sean eficaces, deben regularse y estar integrados en los sistemas nacionales de salud.