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FAO – Informe : El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2015

 

Muchos países han cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) sobre reducción de la pobreza; sin embargo, muchos otros se están retrasando y el reto posterior a 2015 consistirá en la erradicación total de la pobreza y del hambre. La mayoría de los países en desarrollo reconocen cada vez más que se necesitan medidas de protección social para mitigar las penurias inmediatas de las poblaciones que viven en la pobreza y para impedir que otros caigan en ella cuando se produce una crisis.

 

En la presente edición de El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2015, se considera que las medidas de protección social ayudarán a romper el ciclo de la pobreza y la vulnerabilidad rurales, si se combinan con medidas agrícolas y de desarrollo rural más generales.

 

El estado mundial de la agricultura y la alimentación, la principal publicación anual de la FAO, tiene como objetivo hacer llegar a una audiencia amplia evaluaciones de base científica equilibradas de cuestiones importantes pertenecientes al ámbito de la alimentación y la agricultura. Cada edición del informe incluye un panorama exhaustivo, aunque fácilmente accesible, de un tema concreto de gran importancia para el desarrollo rural y agrícola y para la seguridad alimentaria mundial.

 

El informe “El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2015 (SOFA)”, concluye que en los países pobres los planes de protección social -como las transferencias de efectivo, la alimentación escolar y las obras públicas- son una forma económica de proporcionar a las personas vulnerables la oportunidad de salir de la pobreza extrema y el hambre y mejorar la salud, educación y oportunidades en la vida de sus hijos.

 

Estos programas ayudan actualmente de diversas formas a 2 100 millones de personas en los países en desarrollo, incluyendo mantener a 150 millones de ellas fuera de la pobreza extrema. Ampliar estos programas en las zonas rurales y vincularlos a las políticas de crecimiento agrícola inclusive podría reducir rápidamente el número de personas pobres, señala el SOFA.

 

 

Escapar de la trampa del hambre

Tan sólo alrededor de un tercio de las personas más pobres del mundo están cubiertas por algún tipo de protección social. Las tasas de cobertura son aún más bajas en Asia meridional y África subsahariana, las regiones con mayor incidencia de la pobreza extrema, según el informe.

 

Sin esa ayuda, muchas personas pobres y vulnerables no tendrán jamás la oportunidad de salir de la trampa de la pobreza, en la que el hambre, la enfermedad y la falta de educación perpetúan la pobreza para las generaciones futuras.

 

 

Comprender la protección social

En la actualidad, muchas familias extremadamente pobres se ven obligadas a vender los activos productivos, poner a los niños a trabajar, sobreexplotar sus pequeñas propiedades de manera no sostenible, o conformarse con empleos mal pagados.

 

Sin embargo, los planes básicos de transferencias sociales ofrecen a los pobres la oportunidad para mejorar su propio potencial productivo. También tienen efectos indirectos positivos en las economías locales, incrementando las oportunidades de negocio, elevando los salarios rurales, y permitiendo a los más pobres adquirir o invertir en activos.

 

 

Dinero en efectivo

El informe destaca que es un mito la idea de que la protección social -incluso en forma de transferencias de efectivo incondicionadas-, reduce el esfuerzo de trabajo de las personas. Por el contrario, los receptores a menudo responden a la protección social de manera positiva, incluyendo con la mejora de la nutrición y la educación de sus hijos, confiando más en la producción propia en lugar de un trabajo asalariado mal pagado y también aumentando su participación en las redes existentes, como las “sociedades funerarias”, una forma común de gestión de riesgos en muchas comunidades tradicionales.

 

Los sistemas de protección social también puede lograr transformaciones con el paso del tiempo. Un programa bien diseñado n Bangladesh proporcionó a mujeres rurales pobres ganado y otros activos productivos, así como un estipendio mensual para cubrir el período hasta que los beneficiarios fueron capaces de obtener ingresos adicionales.

 

El informe de la FAO también cita otros ejemplos exitosos de programas de protección social en Etiopía, Ghana y Lesotho.

 

 

 

 

Para consultar el Informe: El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2015 de la FAO, has click en el siguiente botón.

 

Fuente: FAO 13.Octubre.2015