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FAO – Evidencias de las implicaciones del cambio climático para la seguridad alimentaria y el comercio a nivel mundial

 

 

 

 

El calentamiento global tendrá profundas consecuencias sobre dónde y cómo se producen los alimentos, y llevará también a una reducción de las propiedades nutricionales de algunos cultivos, todo lo cual tiene implicaciones en las políticas de lucha contra el hambre y la pobreza y para el comercio mundial de alimentos, según afirman los expertos en un nuevo libro.

 

“Cambio climático y sistemas alimentarios” recoge las conclusiones de un grupo de científicos y economistas que han hecho un balance de los efectos del cambio climático en la agricultura y la alimentación a nivel mundial y regional en las últimas dos décadas.

 

 

Presión sobre los sistemas agrícolas y alimentarios

El cambio climático se suma al reto del rápido aumento de la demanda mundial de productos agrícolas -destinados a la alimentación, piensos y combustible- necesario para hacer frente al crecimiento de la población y el aumento en los niveles de ingresos.

 

La agricultura es muy dependiente de las condiciones meteorológicas locales y, por lo tanto, se prevé que sea muy sensible a los cambios del clima en los próximos años.

 

En particular, un ambiente más cálido y seco cerca del Ecuador podría reducir la producción agrícola en esa zona, mientras que el calentamiento moderado puede -al menos a corto plazo-, ser beneficioso para los cultivos en otras áreas.

 

 

Amenaza para la nutrición, la salud y los recursos hídricos

El libro también pone de relieve el impacto potencial que el cambio climático podría tener sobre la salud y la nutrición, al agravar la prevalencia del hambre oculta -la falta crónica de vitaminas y minerales- y la obesidad.

 

El libro pasa a subrayar cómo en muchas regiones del mundo, el aumento de la escasez de agua debido al cambio climático reducirá la capacidad de producir alimentos, con graves consecuencias para la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud.

 

 

 

 

Fuente: FAO 18.Junio.2015