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OCDE – El sistema mexicano de salud ha registrado avances importantes durante la última década, pero aún enfrenta desafíos considerables

 

A 10 años de la puesta en marcha del Seguro Popular, cerca de 50 millones de mexicanos que antes debían incurrir en gastos muy altos para obtener atención médica hoy cuentan con un seguro de salud.

 

El informe Estudios de la OCDE sobre los Sistemas de Salud: México 2016 (OECD Review of Health Systems: Mexico 2016) muestra que el porcentaje de la población expuesto a gastos de salud no asequibles o con alto impacto sobre el ingreso familiar ha disminuido de 3.3% a 0.8% en la última década. Indicadores clave sobre mortalidad infantil y fallecimientos por ataques cardiacos o accidentes cerebrales, así como los niveles de satisfacción de los pacientes, han mejorado gracias a un mayor acceso a servicios de atención médica asequibles. Asimismo, iniciativas sin precedente para mantener a los mexicanos sanos, como los impuestos a las bebidas saborizadas con azúcar y a los alimentos con alta densidad calórica, un etiquetado más detallado sobre el contenido nutricional de los alimentos y bebidas y una mejor regulación de la publicidad alimenticia dirigida a menores de edad son políticas bien diseñadas e innovadoras a nivel internacional.

 

Pero aún persisten desafíos considerables. Las tasas de sobrepeso u obesidad en la población adulta aumentaron de 62% en 2000 a 71% en 2012 y en la actualidad uno de cada tres niños en México tiene sobrepeso o sufre de obesidad. Más del 15% de los adultos tienen diabetes, un porcentaje que representa más del doble del promedio OCDE de 6.9%. Las muertes por padecimientos cardiacos bajaron sólo 1% desde 1990, en gran contraste con la reducción de 48% observada en muchos otros países OCDE. En consecuencia, durante la última década la diferencia en esperanza de vida entre México y el promedio de los países de la OCDE aumentó de alrededor de cuatro años a casi seis años.

 

Si bien entre 2003 y 2013 el gasto público en atención médica pasó de 2.4% del PIB a 3.2%, un mayor gasto no siempre se traduce en mejoras en los niveles de salud. El porcentaje del presupuesto de salud en México dedicado a la administración (casi 10%) y los pagos directos por servicios de salud que salen de los bolsillos de las personas (cerca de 40%) siguen siendo los más altos de la OCDE. Estos indicadores muestran que el sistema mexicano de salud aún puede mejorar sus niveles de eficiencia.

 

De acuerdo con el informe Estudios de la OCDE sobre los Sistemas de Salud: México 2016 (OECD Review of Health Systems: Mexico 2016), un problema fundamental radica en que la atención médica se presta por medio de diversos institutos de seguridad social desconectados entre sí. Cada año, cerca de un tercio de las personas se ven forzadas a cambiar de médico sencillamente porque cambian de empleo.

 

 

Fuente: OCDE 06.Enero.2016