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AGUA – Un estudio revela el impacto brutal de los consumidores sobre el medio ambiente

 

 

Un estudio realizado por especialistas de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) en el marco del proyecto GLAMURS, financiado por la Unión Europea, reveló que una gran parte de la responsabilidad del impacto del consumo está en el consumidor: nuestros hábitos generan más del 60% de las emisiones de gases de efecto de invernadero, y hasta el 80% del uso de agua del mundo.

 

Además, los consumidores de los países ricos son los que más contaminan: su impacto ambiental es 5.5 veces superior al promedio mundial. La recomendación para reducir dicho impacto es obvia: consumir menos y mejor.

 

Además, los consumidores de los países ricos son los que más contaminan: su impacto ambiental es 5.5 veces superior al promedio mundial. La recomendación para reducir dicho impacto es obvia: consumir menos y mejor.

 

En 2007, el taller del planeta – China- superó a Estados Unidos como mayor emisor de gases de efecto invernadero en la Tierra. Sin embargo, si tenemos en cuenta que casi todos los productos que China produce, desde iPhones a camisetas, se exportan al resto del mundo, nuestra perspectiva cambia.

 

De hecho, al parecer la huella ecológica basada en el consumo per cápita de China es pequeña. Los chinos producen una gran cantidad de productos que son exportados.  La mayor parte de  responsabilidad del impacto de ese consumo está en el consumidor, no en el productor.

 

Estas son algunas de las conclusiones de un estudio realizado por Diana Ivanova y colaboradores, de la NTNU. En la investigación fue analizado el impacto medioambiental humano desde la perspectiva de los consumidores de 43 diferentes países (que representan el 89% del PIB mundial y entre el 80-90% de los flujos comerciales de Europa), y de cinco regiones del resto del mundo.

 

Los datos fueron tomados de una extensa base de datos (EXIOBASE) desarrollada por la NTNU, en colaboración con especialistas de los Países Bajos, Austria, Alemania, la República Checa y Dinamarca.

 

La culpa no es solo de los gobiernos

El análisis, publicado recientemente en Journal of Industrial Ecology, revela asimismo que los consumidores son responsables de más del 60 por ciento de las emisiones de gases de efecto de invernadero, y hasta del 80 por ciento del uso de agua del mundo. Según Ivanova, por tanto, si cambiamos nuestros hábitos de consumo, esto tendría un efecto drástico en nuestra huella ambiental.

 

Otro dato que ha arrojado la investigación es que los consumidores son directamente responsables del 20 por ciento de todos los impactos de carbono, resultantes del uso de automóviles y de calefacciones en los hogares.

 

Pero esto no es lo más sorprendente: resulta que cuatro quintas partes de los impactos medioambientales que se pueden atribuir a los consumidores no son los impactos directos -como el combustible que quemamos cuando conducimos nuestros coches- sino los efectos secundarios de la producción de los bienes y productos que compramos.

 

El mejor ejemplo de esto es el uso del agua que, a nivel global, se va sobre todo en la producción de las cosas que compramos.  Por ejemplo, la producción de carne de vacuno requiere mucha agua, pues se necesitan hasta 15.415 litros de agua para producir un kilo de carne de res.

 

Los productos lácteos también requieren grandes cantidades de agua para su producción. Se ha comparado el agua necesaria para producir un litro de leche de soja con lo que se necesita para la producción de un litro de leche, y se ha comprobado que, para el primero, se precisan 297 litros de agua, y para el segundo, un promedio global de 1.050 litros de agua.

 

Los alimentos procesados (como las pizzas congeladas) también precisan para su elaboración de un consumo de agua y otros recursos desproporcionadamente altos, pues para su elaboración precisan energía, materiales y agua, para hacer crecer las materias primas, para el envío al procesador, para su producción final, y para su envase.

 

El chocolate es uno de los productos que más nos gustan, pero también uno de los que más agua precisa para su producción: 17 litros para producir un solo kilo de chocolate.

 

 

Fuente: CENTRO VIRTUAL DEL AGUA Febrero.2016