Los ecosistemas de carbono azul
Según un nuevo informe del Banco Mundial, conservar y restaurar los ecosistemas de carbono azul —como los manglares, los pastos marinos y las marismas saladas, que capturan más carbono que los bosques— puede ayudar a combatir el cambio climático, crear empleos valiosos y mejorar la calidad de vida de las personas.
En Impulsar el desarrollo del carbono azul (i), un informe financiado por el fondo fiduciario de múltiples donantes PROBLUE (i), se revela que el almacenamiento de carbono azul en los ecosistemas costeros y marinos, desde los manglares hasta los pastos marinos, es una herramienta poderosa en la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, detener la destrucción y degradación de los pastos marinos en todo el mundo podría equivaler a un ahorro de hasta 650 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) al año, lo que corresponde aproximadamente a todas las emisiones anuales de la industria naviera mundial.
La gestión de los ecosistemas de carbono azul demuestra que se pueden combinar el desarrollo, el clima y la naturaleza para brindar alimento, protección, empoderamiento y mejoras a las comunidades. Se estima que 4,1 millones de pequeños pescadores de todo el mundo dependen de los manglares para su actividad. Además, estos ecosistemas protegen a más de 6 millones de personas de las inundaciones cada año y evitan pérdidas anuales adicionales de activos productivos por valor de USD 24 000 millones.
En el informe se ofrece, por primera vez, un marco práctico y recomendaciones para orientar a los países en el proceso de desarrollo del carbono azul y las inversiones conexas siguiendo tres pilares:
En el informe se señala que, a pesar de los beneficios asombrosos que ofrecen los ecosistemas de carbono azul, estos se han erosionado en las últimas décadas. Más del 50 % de las marismas salinas a nivel mundial se perdieron durante el siglo xx, y esta degradación continúa hasta la fecha.
Fuente: BANCO MUNDIAL 21 de noviembre de 2023