CEIEG.


FAO – Un nuevo informe de la FAO traza vías para reducir las emisiones del sector ganadero

Un nuevo informe de la FAO traza vías para
reducir las emisiones del sector ganadero

  • Existen varias opciones de mitigación para reducir los gases de efecto invernadero y satisfacer al mismo tiempo la creciente demanda de alimentos terrestres de origen animal

    Es imperativo trazar vías para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidas por los sistemas ganaderos del mundo teniendo en cuenta la creciente población mundial y el 20 % de aumento previsto de la demanda de productos terrestres de origen animal de aquí a 2050.

    El informe titulado Pathways towards lower emissions – A global assessment of the greenhouse gas emissions and mitigation options from livestock agrifood systems (Vías para reducir las emisiones: una evaluación mundial de las emisiones de gases de efecto invernadero y las opciones de mitigación en los sistemas agroalimentarios ganaderos), presentado el viernes en paralelo a la cumbre sobre el clima, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28), abre un abanico de oportunidades para los encargados de formular políticas, las partes interesadas de la industria, los pequeños productores y los consumidores.

    El informe, sometido a un proceso de revisión por pares de doble anonimato en el que participaron expertos de todo el mundo, esboza varias vías que afectan tanto al lado de la oferta como al lado de la demanda de los sectores ganaderos y que, si se adoptan colectivamente, podrían ayudar a hacer frente a las repercusiones ambientales y a promover la sostenibilidad. Aunque no existe una solución universal y es necesario seguir trabajando para comprender los obstáculos para la puesta en práctica y ampliación de estas intervenciones, la mejora de la productividad y la eficiencia de la producción en toda la cadena de valor es la forma más prometedora de mitigar y reducir las emisiones del sector ganadero.

    Datos y cifras

    En 2015, los sistemas agroalimentarios ganaderos, que incluyen las actividades de producción en las explotaciones y algunos procesos fundamentales de la cadena de suministro, como el cambio en el uso de la tierra relacionado con los piensos, el transporte y la fabricación de insumos, representaron aproximadamente 6 200 millones de toneladas de equivalente de CO2 (GtCO2e) al año, lo que equivale a alrededor del 12 % de todas las emisiones de GEI antropogénicas de y a cerca del 40 % de las emisiones totales de los sistemas agroalimentarios, que la FAO ha estimado que ascienden a unas 16 GtCO2e. Sin intervenciones y sin aumentos de la productividad, es probable que, para satisfacer el aumento de la demanda, las emisiones mundiales del sector ganadero alcancen casi 9,1 GtCO2e para 2050.

    Las cifras se han derivado del Modelo de evaluación ambiental de la ganadería mundial (GLEAM), una innovadora herramienta de la FAO que añade un considerable valor, así como ofrece oportunidades para apoyar mejores análisis de las vías de mitigación. El GLEAM, utilizando un marco geoespacial, puede analizar datos de actividad de distintos sistemas de producción ganadera de todo el mundo y calcular su huella de carbono en varias escalas y para distintas fuentes.

    Algunos de los datos más destacados son que el ganado vacuno —incluidas la carne y la leche— aporta alrededor de 3,8 GtCO2e al año, es decir, el 62 % del total del ganado, mientras que el 14 % se atribuye a los cerdos, el 9 % a las gallinas, el 8 % a los búfalos y el 7 % a los pequeños rumiantes. Por producto, la producción de carne representa dos tercios de las emisiones, mientras que el 30 % corresponde a la leche y, el resto, a los huevos.

    Las emisiones directas, que incluyen el metano procedente de la fermentación entérica de los rumiantes y el óxido nitroso de los sistemas de gestión del estiércol, representan el 60 % de las emisiones totales del sector, mientras que el resto procede de la fabricación de fertilizantes y plaguicidas para la producción de piensos y de la producción de piensos en sí misma, así como de la elaboración y el transporte de piensos, animales vivos y productos ganaderos y de los cambios en el uso de la tierra relacionados con la producción de piensos.

    En el informe, el uso de la herramienta GLEAM permitió analizar detalladamente las importantes disparidades de la huella de carbono o la intensidad de las emisiones de una unidad de leche, carne o huevos entre países, especies y sistemas de producción; estas reflejan problemas locales y, a menudo, el potencial de mitigación más prometedor. El rango de intensidad media de las emisiones de la leche de vaca en los sistemas de pastizales varía en un factor de 20 y, en un estudio de pequeños productores en Kenya, en un factor de 50 para la carne de vacuno. Es en esa varianza donde los esfuerzos de mitigación pueden dar mejores resultados.

    Aunque deben acelerarse las inversiones destinadas a tomar medidas concretas para mitigar las emisiones del sector ganadero, la FAO seguirá mejorando la plataforma del GLEAM para que pueda ofrecer simulaciones en línea bajo demanda y permita a los usuarios medir de forma inmediata las repercusiones de la aplicación de diferentes intervenciones en distintas hipótesis y con determinados indicadores ambientales.

    Objetivos de mitigación

    El informe apunta a permitir al sector ganadero contribuir en la medida correspondiente a las iniciativas para mantener el aumento de la temperatura mundial muy por debajo de 2ºC. Existen opciones para producir más con menos emisiones en todas las regiones y todos los sistemas de producción.

    La adopción de las mejores prácticas —entre ellas, la agroforestería y la rotación optimizada del pastoreo— en todos los pastizales del mundo podría aprovechar la capacidad de almacenamiento suficiente para eliminar casi un tercio de las emisiones anuales actuales del sector ganadero, pero la economía de un cambio de este tipo puede no ser viable a corto o medio plazo.

    Algunas soluciones de mitigación comprobadas, como el mejoramiento avanzado y las mezclas para forraje —incluidos nuevos aditivos para piensos—, pueden no ser adecuadas en todos los lugares debido a cuestiones de costo, inocuidad y accesibilidad. Es poco probable que las estrategias elaboradas para sistemas estabulados resulten útiles para los sistemas basados en el pastoreo. Además, los efectos de la mitigación de la reducción del consumo de alimentos de origen animal dependerán de qué los sustituya.

    Impulsar la sanidad animal es un enfoque sólido para aumentar la eficiencia de la producción ganadera e incrementaría la disponibilidad de proteína de origen animal sin necesidad de aumentar los rebaños. El ganado sano ofrece mejores rendimientos, lo que constituye un canal importante para reducir la intensidad de sus emisiones.

    La FAO, en el marco de su Iniciativa para la transformación sostenible de la ganadería, presta apoyo a los países en la transición hacia un sector ganadero sostenible, teniendo en cuenta la diversidad de los sistemas de producción ganadera mediante la formulación y aplicación de soluciones de producción y sanidad animal sostenibles y accesibles para aumentar la productividad, mitigar las emisiones de GEI, adaptarse al cambio climático y mejorar la salud.

    Fuente: FAO 08 de diciembre de 2023