La discriminación de género inhibe los
esfuerzos globales para abordar la crisis climática
Aunque muchos países de todo el mundo han intensificado sus esfuerzos para abordar las barreras ocultas y profundamente arraigadas para el empoderamiento de las mujeres en los últimos años, los principales desafíos ambientales, económicos y sociales amenazan con revertir la tendencia. El Índice de género e instituciones sociales (SIGI) Informe global 2023: Igualdad de género en tiempos de crisis revela la discriminación basada en el género en las instituciones sociales en 179 países.
Entre 2019 y 2023, un número cada vez mayor de países ha abordado las instituciones sociales discriminatorias, en particular a través de reformas legales destinadas a romper patrones dañinos. Es alentador que los países en desarrollo estén cerrando la brecha con los países desarrollados. En 2023, el 45% de los países que exhiben niveles muy bajos de discriminación en las instituciones sociales son países no miembros de la OCDE.
A solo siete años de la fecha límite de 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el progreso hacia la igualdad de género sigue siendo frágil, demasiado lento y heterogéneo. A nivel mundial, el 40% de las mujeres viven en países donde la discriminación es alta o muy alta. Por ejemplo, la discriminación profundamente arraigada dentro de las instituciones sociales ha dado lugar a enormes disparidades en la división del poder entre hombres y mujeres en el lugar de trabajo. Y aunque 93 países han establecido cuotas políticas de género a nivel nacional, todavía hay muy pocas mujeres en puestos de alto nivel y de liderazgo político. Las mujeres encabezan solo el 15% de las empresas en todo el mundo y ocupan solo el 25% de los puestos gerenciales.
En un capítulo especial, el informe SIGI muestra que la discriminación de género inhibe los esfuerzos globales para enfrentar la crisis climática. El acceso desigual al uso y la propiedad de la tierra, la toma de decisiones desequilibrada, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, los estereotipos de género y otras formas de discriminación social e institucional impiden que las mujeres participen plenamente en la agricultura resiliente al clima, la reducción del riesgo de desastres y la energía renovable. Empoderarlos como agentes de cambio impulsaría la capacidad del mundo para mitigar y adaptarse al cambio climático.
El informe también revela cómo el cambio climático afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Cuando ocurren desastres, las mujeres y los niños tienen 14 veces más probabilidades de morir que los hombres. También enfrentan muchas amenazas indirectas después de los desastres, como la violencia sexual y de género, los matrimonios precoces y forzados, la pérdida de medios de subsistencia y el acceso a la educación. Además, los eventos climáticos como la sequía y la degradación de la tierra impactan directamente a millones de mujeres que trabajan en la agricultura y/o en áreas rurales, obligándolas a caminar distancias más largas para recolectar agua o biomasa con fines energéticos.
El Informe Global SIGI 2023 hace recomendaciones políticas concretas para los actores públicos, privados, filantrópicos y de la sociedad civil:
Fuente: OECD 18 de julio de 2023