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SADER – Agricultura de conservación y microbiología agrícola

Agricultura de conservación y microbiología agrícola

  • A través de la microbiología agrícola se impulsa la agricultura de conservación para preservar los recursos suelo y agua para las futuras generaciones.

    La agricultura de conservación es un método que permite aumentar la resistencia al cambio climático, proteger la biodiversidad y utilizar de manera sustentable los recursos naturales. Ayuda a mantener y aumentar los rendimientos y las ganancias, al tiempo que revierte la degradación de la tierra, protege el medio ambiente y responde a los crecientes desafíos del cambio climático.

    Está basada en tres principios:
    Diversificación de cultivos.
    Movimiento mínimo del suelo.
    Cobertura del suelo con residuos del cultivo anterior, cultivo de cobertura o ambos.

    Por otro lado, microbiología agrícola es el estudio de los microorganismos que se encuentran presentes en los suelos, plantas y atmósfera, y el análisis de sus interacciones con cultivos de importancia agrícola para predecir su comportamiento frente a las situaciones que enfrentan.

    La actividad microbiana del suelo y sus beneficios sobre éste, se ve impactada por las prácticas agrícolas intensivas no sostenibles y las condiciones climáticas, pues esto provoca modificaciones en las características del suelo a nivel físico, químico y biológico, temperatura, humedad, salinidad, aireación, biodisponibilidad de los nutrientes, pH, por mencionar algunos. Un desequilibrio en las comunidades microbianas del suelo desencadena procesos de degradación biológica, lo que reduce el rendimiento y la calidad de los cultivos.

    A través de la microbiología agrícola que hemos desarrollado a través del INIFAP es posible:

  • Estudiar los microorganismos que habitan el suelo y que tienen una gran influencia en su salud, fertilidad y productividad.

  • Detectar a tiempo microorganismos patógenos para animales y humanos, y fitopatógenos para la toma de decisiones asertivas.

  • Aprovechar las capacidades y beneficios de microorganismos, así como las interacciones que establecen para incrementar el rendimiento.

  • Mejorar la calidad nutricional y nutracéutica de los productos agrícolas de interés alimentario y económico.

  • Recuperar suelos degradados por la actividad agrícola e industrial mediante la biorremediación.

    Fuente: SADER 26 de julio de 2023