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SEMARNAT – Día Mundial del Suelo 2022

Día Mundial del Suelo 2022

  • Los nutrientes de la tierra dan alimentos de calidad; la degradación de los suelos genera hambre oculta para 2 mil millones de personas.

    ¿De dónde toma el ciruelo, el platanar o el manzano los nutrientes para dar su fruto? También el jitomate, el betabel, la papa y otras hortalizas que crecen cerca o dentro de la tierra ¿de qué se nutren para convertirse en alimentos?

    La pérdida de nutrientes del suelo es uno de los principales procesos de degradación que amenaza la nutrición, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. Se reconoce como uno de los problemas globales más importantes para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad en todo el mundo, alerta la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al conmemorarse este 5 de diciembre el Día Mundial del Suelo.

    Mediante su campaña 2022 “Los suelos: origen de los alimentos”, la FAO busca crear conciencia en las sociedades sobre la importancia de mantener unos ecosistemas sanos y el bienestar humano, abordar los crecientes desafíos en la gestión del suelo y animar a las sociedades a mejorar su salud.

    Tanto la degradación de los suelos como la falta de nutrientes en la tierra derivan en la pérdida de su capacidad para producir alimentos, y causan hambre, pobreza y desnutrición. Así también, una alta concentración de nutrientes en la tierra crea un ambiente tóxico para plantas y animales, contamina el medio ambiente y fomenta el cambio climático.

    Nuestros suelos son la base de la agricultura y el medio en el que crecen casi todas las plantas destinadas a la producción de alimentos, porque algunos cultivos se originan mediante sistemas hidropónicos. Sin embargo, la calidad de los suelos está directamente relacionada con la calidad y la cantidad de alimentos, porque son ellos los que proporcionan los nutrientes esenciales, el agua, el oxígeno y constituyen el sostén para las raíces que nuestras plantas destinadas a la producción de alimentos necesitan para crecer y florecer. Además, cumplen una función amortiguadora al proteger las delicadas raíces de las plantas de las fluctuaciones de temperatura.

    La FAO reconoce que en los últimos 50 años los avances en materia de tecnología agrícola y el aumento de la demanda provocado por el crecimiento de la población han ejercido una creciente presión sobre los suelos. Esto a su vez ha orillado a muchos países a fomentar la producción agrícola intensiva que ha ocasionado un agotamiento de los suelos y ha puesto en peligro la capacidad productiva de los mismos y la posibilidad de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras. Considera por tanto que el mantenimiento de unos suelos sanos permite la sostenibilidad de la tierra en un planeta que en 2050 poblarán más de 9,000 millones de personas que competirán por la tierra y el agua en medio del impacto del cambio climático.

    Ese es el escenario amable y posible ante los desafíos que esperan a la humanidad: el impulso desde hoy de prácticas agroecológicas afines con la naturaleza de los suelos agobiados por el uso de agrotóxicos que han empobrecido las bondades de la tierra con monocultivos que extraen los nutrientes y en cambio dejan una huella ecológica destructiva.

    Fuente: SEMARNAT 05 de diciembre de 2022