CEIEG.


SIAP – Día Mundial del Suelo y la Tierra Fértil

Día Mundial del Suelo y la Tierra Fértil

  • En favor de una agricultura que contribuya a restaurar la salud de los suelos

    Los recursos que nos ofrece la naturaleza son vitales para la existencia humana y la buena calidad de vida. De hecho, la mayoría de los servicios que nos brinda no pueden sustituirse por completo, e incluso, algunos son irremplazables, tal como lo ha señalado la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés).

    De entre estos recursos, está sin duda el suelo. Los suelos son el ecosistema más complejo y biodiverso del mundo. Su almacenamiento de agua y carbono es esencial para la fertilidad –al liberar nutrientes para el crecimiento de las plantas– pero, lo es también para la salud estructural y biológica del propio suelo. Sin embargo, el actual sistema agroalimentario mundial, aunado a un consumismo derrochador, ha llevado a prácticas agrícolas de gestión insostenibles, ejerciendo una presión extraordinaria sobre los suelos y los demás recursos de la naturaleza. Recordemos tan sólo, que del total de tierras agrícolas en el mundo, alrededor de 34% muestra algún tipo de degradación; de igual forma, la agricultura es responsable del 80% de la deforestación mundial; en tanto que los factores vinculados a la producción de alimentos son los causantes de 70% de la pérdida de biodiversidad terrestre.

    Por lo tanto, invertir en la salud del suelo y modificar el modelo de producción agroalimentario dominante, tiene sentido desde muchos puntos de vista, ya que al tiempo que protege nuestras comunidades y los ecosistemas –y sus servicios–, posibilita la seguridad alimentaria. Pero además, también ofrece una ventaja desde la perspectiva económica. Análisis recientes indican que por cada dólar invertido en la restauración de tierras se pueden generar hasta 30 dólares en servicios ecosistémicos.

    Frente a esta situación, la Organización de las Naciones Unidas estableció el año 2021, como el comienzo de la Década para la Restauración de Ecosistemas, con el fin de promover esfuerzos y aumentar el impulso para reinventar, recargar y restaurar un equilibrio saludable con la naturaleza.

    En este sentido, se está promoviendo un enfoque de producción de alimentos positiva para la naturaleza, condición que requerirá una transición que implique el uso regenerativo, no agotador y no destructivo de los recursos naturales. Los enfoques agroecológicos y las prácticas regenerativas apuntan explícitamente a enriquecer los suelos, mejorar la regulación del agua y aumentar la biodiversidad. Aquí te presentamos algunas experiencias de agricultura regenerativa que se están impulsando a lo largo del planeta.

  • Cuba: el Movimiento Campesino a Campesino.

  • Ucrania: escuelas de campo para la agricultura de conservación.

  • Sri Lanka: agricultura regenerativa en las tierras altas centrales.

  • India: agricultura natural de presupuesto cero.

  • En los últimos 40 años, alrededor de 12 millones de hectáreas de tierra se perdieron cada año, debido a la sequía y la desertificación.

  • Vietnam: paisajes agroforestales basados en el mercado.

  • Tailandia: restauración de tierras degradadas con agrobosques de caucho.

  • En nuestro país, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y del Centro International de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), se ha estado impulsando la agricultura de conservación -a lo largo del país- bajo tres principios fundamentales: mínimo movimiento del suelo, mantenimiento del rastrojo y rotación de cultivos. El objetivo es lograr mantener el nivel de producción en las áreas destinadas para agricultura –preservando la fertilidad de los suelos–; evitar la conversión de nuevas áreas forestales en cultivos extensivos; pero, sobre todo, mejorar las condiciones económicas y sociales de los pequeños agricultores.

    Es importante que en este día, que se celebra el Día Mundial del Suelo y la Tierra Fértil, tomemos conciencia de que este recurso es la fuente de alimentos para la humanidad y que por lo tanto, es necesario impulsar una agricultura que contrarreste el cambio climático, la degradación e infertilidad del suelo, la deforestación y la sequía.

    Fuente: SIAP 22 de junio de 2022