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BANCO MUNDIAL – Mejorar la gobernanza es fundamental para garantizar un crecimiento equitativo en los países en desarrollo

 

En un nuevo informe sobre políticas del Banco Mundial se insta a los países en desarrollo y a los organismos de desarrollo internacionales a repensar su enfoque en materia de gobernanza como una de las claves para superar los desafíos relacionados con la seguridad, el crecimiento y la equidad.

 

En el Informe sobre desarrollo mundial 2017: La gobernanza y las leyes se analiza cómo la distribución desigual del poder en la sociedad limita la eficacia de las políticas. Las asimetrías de poder ayudan a explicar, por ejemplo, por qué las leyes y los organismos anticorrupción modelo a menudo no logran poner freno a la corrupción, por qué la descentralización no siempre mejora los servicios municipales o por qué las políticas fiscales bien diseñadas en algunos casos no reducen la volatilidad ni generan ahorros a largo plazo.

 

En el informe se observa que, cuando las soluciones normativas y técnicas no logran los resultados previstos, suele responsabilizarse a las instituciones. Sin embargo, se concluye que los países y los donantes deben adoptar una perspectiva más amplia para mejorar la gobernanza y contribuir a que las políticas den resultado. Se define la gobernanza como el proceso mediante el cual los grupos estatales y no estatales interactúan para diseñar y aplicar políticas, trabajando en el marco de un conjunto de reglas formales e informales que son moldeadas por el poder.

 

Según el informe, la distribución desigual del poder puede excluir a determinados grupos y personas de las recompensas y beneficios de la participación en las políticas. No obstante, es posible generar un cambio significativo con la participación y la interacción de los ciudadanos (a través de coaliciones destinadas a modificar los incentivos de quienes toman los decisiones), de las élites (mediante acuerdos entre los funcionarios responsables de tomar las decisiones para restringir su propio poder), y de la comunidad internacional (a través de la influencia indirecta para modificar el poder relativo de los reformadores nacionales).

 

 

Fuente: BANCO MUNDIAL 30.Enero.2017