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BANCO MUNDIAL – El potencial de las interacciones en línea

 

 

Con cada “Me gusta” en Facebook, con cada inicio de sesión de e-mail y con cada búsqueda en Google generamos una valiosa fuente de información para el desarrollo y la eliminación de la pobreza.

 

Millones y millones de bytes. Cada dos días se genera la misma cantidad de datos que desde que se empezó a registrar información por escrito hasta el año 2003. El conjunto de estos datos es lo que los expertos llaman Big Data, y provienen de redes sociales, transacciones bancarias o imágenes satelitales, entre otras fuentes.

 

Es una gran oportunidad para la realización de estudios económicos y sociales, especialmente en temas de desarrollo y combate a la pobreza. Con ciertas precauciones, claro está.

 

“Sigue siendo un desafío distinguir la dirección y magnitud de los efectos que pueda haber detrás de las asociaciones que se encuentran con estos datos”, explica Carlos Rodríguez-Castelán, economista senior del Banco Mundial. Por ejemplo, la gente que usa los servicios digitales no es representativa de toda la población, ya que no todos tienen acceso a Internet, teléfonos inteligentes o cuentas bancarias.

 

Y muchos de estos datos pueden tener información confidencial, lo cual no solamente hace que algunos estén restringidos, pero también se requiere de “criterios y protocolos adecuados para anonimizar e intercambiar datos”, explica Rodríguez-Castelán.

 

Entender los riesgos

Pero estos obstáculos no deberían desalentar a los investigadores. “Twitter, por ejemplo, ofrece acceso temporal a sus datos y permite extraer información de los tuits publicados en los últimos siete días. Google ha desarrollado canales para acceder a las estadísticas de sus búsquedas a través de la herramienta conocida como API.”

 

Cuantificar la inclusión financiera con las transacciones bancarias

En México se miró la evolución en el número y tipo de transacciones bancarias que ocurren en diversas regiones del país. La idea era de cuantificar la forma en la que ha ido aumentando la inclusión financiera de las personas beneficiarias de programas sociales. También se pudo medir de esta forma la confianza de estas personas con los bancos y las instituciones financieras.

 

Ver los cambios de infraestructura desde el espacio

En Estados Unidos, la Oficina de Análisis Económico (BEA por sus siglas en inglés) también ha ofrecido mediciones alternativas de actividad económica con el análisis de imágenes satelitales. Por ejemplo, hay modelos que estiman los cambios en la densidad de la infraestructura por medio de la cantidad de luz capturada en imágenes satelitales nocturnas. Esto sirve para estimar cambios en la actividad económica en cada región.

 

 

Fuente: BANCO MUNDIAL  Junio.2016