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OMS – La salud debe ser el eje y el centro de las negociaciones sobre el cambio climático de la COP27

La salud debe ser el eje y el centro de las
negociaciones sobre el cambio climático de la COP27

  • La COP27 será una oportunidad crucial para que el mundo se reúna y vuelva a comprometerse a mantener vivo el objetivo de 1,5 °C del Acuerdo de París.

    Nuestra salud depende de la salud de los ecosistemas que nos rodean, y estos ecosistemas están ahora amenazados por la deforestación, la agricultura y otros cambios en el uso del suelo y el rápido desarrollo urbano. La invasión cada vez mayor de los hábitats animales está aumentando las oportunidades para que los virus perjudiciales para el ser humano hagan la transición desde su huésped animal. Entre 2030 y 2050, se espera que el cambio climático provoque unas 250 000 muertes más al año por malnutrición, paludismo, diarrea y estrés térmico.

    Los costos de los daños directos para la salud (es decir, excluidos los costos en sectores determinantes para la salud como la agricultura y el agua y el saneamiento) se estiman entre US$ 2000 millones y US$ 4000 millones al año para 2030.

    El aumento de la temperatura a nivel mundial que ya se ha producido está provocando fenómenos meteorológicos extremos que traen consigo olas de calor y sequías intensas, inundaciones devastadoras y huracanes y tormentas tropicales cada vez más potentes. La combinación de estos factores significa que el impacto sobre la salud humana está aumentando y probablemente se acelerará.

    La OMS pide a los gobiernos que lideren una eliminación progresiva justa, equitativa y rápida de los combustibles fósiles y la transición a un futuro energético limpio. También se han producido avances alentadores con respecto a los compromisos de descarbonización, y la OMS pide la creación de un tratado de no proliferación de combustibles fósiles que permita la eliminación progresiva del carbón y otros combustibles fósiles perjudiciales para la atmósfera de forma justa y equitativa. Esto representaría una de las contribuciones más significativas a la mitigación del cambio climático.

    La mejora de la salud humana es algo a lo que todos los ciudadanos pueden contribuir, ya sea mediante la promoción de más espacios verdes urbanos, que facilitan la mitigación del clima y la adaptación a él al tiempo que disminuyen la exposición a la contaminación del aire, o la promoción de restricciones del tránsito local y la mejora de los sistemas de transporte locales. El compromiso y la participación de la comunidad en materia de cambio climático son esenciales para crear resiliencia y reforzar los sistemas alimentarios y de salud, y esto es especialmente importante para las comunidades vulnerables y los pequeños estados insulares en desarrollo (PEID), que son los que más sufren los fenómenos meteorológicos extremos.

    La política climática debe situar ahora la salud en un lugar central y promover políticas de mitigación del cambio climático que aporten simultáneamente beneficios para la salud. Una política climática centrada en la salud ayudaría a conseguir un planeta con un aire más limpio, agua potable y alimentos más abundantes y seguros, sistemas de protección sanitaria y social más eficaces y justos y, en consecuencia, personas más sanas.

    La inversión en energías limpias producirá beneficios para la salud que duplicarán con creces la inversión realizada. Existen intervenciones de eficacia probada capaces de reducir las emisiones de contaminantes climáticos de vida corta, por ejemplo, la aplicación de normas más estrictas para las emisiones de los vehículos, que según los cálculos puede salvar aproximadamente 2,4 millones de vidas al año gracias a la mejora de la calidad del aire y reducir el calentamiento mundial en unos 0,5 °C para 2050. El costo de las fuentes de energía renovables ha disminuido considerablemente en los últimos años, y la energía solar es ahora más barata que el carbón o el gas en la mayoría de las grandes economías.

    Fuente: ONU 06 de noviembre de 2022