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ALIANZA POR LA SALUD – El agua embotellada: un despojo que inició hace 30 años

 

El éxito del consumo del agua embotellada en México podría considerarse posterior a dos grandes sucesos: el sismo de 1985 y la epidemia de cólera de 1991. De acuerdo con especialistas, a partir de esos hechos en el país se creó la demanda de un producto que, además, se volvió un negocio de miles de millones de pesos.

 

En la memoria de una parte de los mexicanos aún figuran los bebederos en espacios públicos y, sobre todo, en las escuelas. Antes era común beber el agua directamente de la llave, pero hoy el mercado que lideran Coca-Cola, Nestlé, Pepsico y Danone, ha instaurado un completo sistema de mercadotecnia y publicidad que sitúan a México como el principal consumidor de agua embotellada en el mundo, con 234 litros por persona al año.

 

El tema no sólo se centra en las implicaciones ambientales –que son muy importantes–, sino que en México esta actividad empresarial también ha significado el despojo del líquido vital a la población y ha implicado también gastos adicionales para las familias por la casi obligatoria compra de agua en botellas y garrafones. Además, las empresas operan en puntos estratégicos donde la calidad y la cantidad de agua es la mejor para la elaboración de sus productos, pero en la producción, por cada litro de agua para beber, desperdician de siete a 10 litros más.

 

Las campañas de agua embotellada están disfrazadas de “ecológicas” y las compañías hacen lo suyo con la etiqueta “socialmente responsable”. En conjunto con autoridades federales, estatales y municipales embotellan el agua de las comunidades y la venden incluso por nichos: para niños, para deportistas o para mujeres preocupadas por su figura, entre otros.

 

En este escenario, las políticas implementadas por el gobierno federal por mejorar la calidad del agua potable han quedado rezagadas e incluso no se han concretado, a pesar de que se erogan recursos para financiar proyectos como los bebederos en escuelas públicas.

 

 

 

 

 

De acuerdo con datos del Banco Mundial (BM), la industria del agua embotellada, que genera ganancias por 13 mil millones de dólares anuales, pasó de un mercado de mil millones de litros en 1970 a comercializar 84 mil millones de litros en todo el mundo para el 2000. En América Latina, ya en 2010, se llegó a los 37.6 mil millones de litros, cuando en 2005 era de 29.3 mil millones.

 

La investigación destaca que la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido en un nuevo nicho de mercado creado para legalizar y avalar las acciones empresariales, a través de proyectos en materia de cuidado de medio ambiente y particularmente en el ámbito de la filantropía. Se trata de grandes inversiones por campañas “ambientales” y las empresas incluso llegan a formar parte de organizaciones no gubernamentales ambientalistas. Sus ventas de agua simple son las que las colocan como empresas verdes.

 

En el mundo hay mil 400 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales sólo el 2.5% es agua dulce y no toda es apta para consumo humano; el 68% está congelada en los glaciares. Entonces sólo 0.8% es apta para el consumo humano.

 

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al cierre de 2008, 780 millones de personas carecían de acceso a fuentes de agua limpia y de entre los 2.5 mil millones que carecen de servicio de saneamiento.

 

 

 

Fuente: ALIANZA POR LA SALUD 27.Abril.2015